Un hombre de 54 años firmó un juicio abreviado donde acordó cumplir 15 años de prisión tras admitir que abusó sexualmente de su hijastro en forma reiterada desde que el menor tenía 9 años y hasta que cumplió los 12, señalaron fuentes del caso. La medida judicial tuvo lugar en las últimas horas en el Tribunal Penal de Oberá.
El imputado, junto con su abogada defensora, aceptó la atribución delictiva realizada por la Fiscalía (en este caso representada por Estanislao Elías Bys), la pena impuesta y la decisión de abreviar los procedimientos del debate.
Según la elevación a juicio, los ataques sexuales en perjuicio del niño fueron cometidos en fecha y hora indeterminadas, en el período comprendido entre 2017 y 2021, en el domicilio familiar donde residía la víctima, en uno de los tantos barrios periféricos obereños. Los hechos además, habrían sido perpetrados en circunstancias en que el imputado se encontraba a solas con el menor, a cargo de su cuidado y guarda, en razón de que su madre salía con sus hijas (hermanas de la víctima).
Durante la audiencia, el acusado reconoció su responsabilidad penal, es decir tanto la materialidad como la autoría de los delitos de “abuso sexual con acceso carnal reiterado agravado por haber sido cometido por un ascendiente y por quien tenía la guarda contra un menor de 18 años, aprovechando la situación de convivencia preexistente con el mismo”.
Por su parte, la querella, a cargo de la abogada María Cristina Salguero, fue informada que el Tribunal homologó el juicio abreviado y mostró su conformidad con lo resuelto, indicaron las fuentes consultadas.
“Tengo algo acá en mi pecho”
El martes 29 de marzo de 2022 una mujer que actualmente es guardadora del menor que resultó víctima, teniendo en cuenta que la Justicia le sacó la responsabilidad parental a la madre biológica, fue la primera en enterarse por boca del niño la pesadilla que había atravesado a manos de su padrastro. Justo en esos momentos la testigo estaba con el niño en su casa y ayudándole a hacer la tarea para la escuela.
Ese mismo día radicó la denuncia ante la Comisaría de la Mujer de Oberá.
Entre otras cuestiones, el menor le relató TXT “te quiero contar algo, un secreto, quiero contarte algo que tengo acá en mi pecho, necesito sacar”, tras lo cual le refirió con detalles los abusos sexuales a los que era sometido por el hombre.
“Yo pensé que me moría, veía una luz blanca, y él me pedía que me quede quieto. Fueron muchas veces, desde los 9 años”, agregó el niño.
La denunciante agregó que el menor le comentó también que “los hechos ocurrían cuando se encontraba solo con su padrastro en la casa, cuando su mamá salía con sus hermanitas (hijas del encartado), y que por esos motivos, él se escapaba de la casa. Incluso el hombre intentó convencerle de que se quede en la casa, porque le iba a comprar un teléfono celular, manipulándolo constantemente”.
Por último, refirió que “la primera vez que fue víctima de abuso, le contó a su mamá, y ella le dijo TXT: ‘deja de mentir, vos estás mintiendo’, no brindándole ningún tipo de contención a su hijo. Me dijo que los hechos ocurrieron en su propia casa, no supo precisarme cuantas veces sucedieron, pero que se iniciaron a los 9 años y hasta los 12”.
Según forenses psicológicos del Poder Judicial el niño fue coherente y no tuvo contradicciones en sus dichos en Cámara Gesell, donde en una parte de la entrevista dijo la frase “yo no podía respirar… yo estaba yéndome al otro mundo”, en relación a cómo se sentía al ser sometido. Vale aclarar que el menor vivió con su guardadora desde que nació y hasta que cumplió cuatro años, tras ser entregado por la progenitora. Luego la Justicia le restituyó a su madre biológica, y en ese lapso ocurrieron los hechos.





