Hace una semana, desde el Tribunal Penal 1 se anunció que no restaban detalles y que el juicio oral a los seis jóvenes acusados por la muerte del bonaerense Pablo Martín Arredondo de 37 años, atacado a golpes en un departamento del centro de esta capital en febrero de 2020, comenzaría sin más dilaciones el lunes 15 de septiembre y con jornadas pautadas hasta el 30 del mismo mes.
Con un fiscal subrogante y para dentro de tres meses, 4 de diciembre, se modificó el martes pasado el puntapié de arranque para juzgar en el salón de usos múltiples del Palacio de Justicia a los misioneros Alan William Saucedo (26), Elías Nahuel Trinidad (26), Miguel Ángel López (25), Oriana Saucedo (24), Brisa Torres (24) y Juan Alberto Barrios (22).

Los seis están encartados como coautores de “homicidio doblemente calificado por el concurso premeditado de dos o más personas y criminis causae”, y el horizonte de condena tiene un posible desenlace: prisión perpetua.
El tribunal estará integrado por Gustavo Arnaldo Bernie como presidente, y como vocales: Viviana Gladis Cukla y Miguel Mattos (subrogante).
La acusación no corresponderá al fiscal Martín Alejandro Rau sino que recaerá en Vladimir Glinka, fiscal del Tribunal Penal 2.
Durante las últimas horas debieron solicitarse nuevas notificaciones para los 45 testigos solicitados por las partes para el debate. E incluye a investigadores policiales, licenciados en criminalística, peritos forenses, vecinos y familiares, entre otros.
Matar para robar
El domingo 23 de diciembre de 2023, Pablo Arredondo fue hallado muerto en el departamento que alquilaba por calle Colón, entre La Rioja y Entre Ríos.
En agosto del 2023 la Cámara de Apelaciones confirmó la elevación a juicio que había sido dictada por el juez de Instrucción 3, Fernando Luis Verón.
Respecto a la investigación, en los registros de cámaras de seguridad de comercios de la zona pudieron captar los rostros de las personas que salieron del edificio luego del crimen. Entre ellas estaba una joven que aparentemente era pareja de Arredondo.

Pablo Arredondo se dedicaba, entre otros rubros comerciales a la compra y venta de vehículos y era oriundo de Lanús.
Días previos, había viajado con una de las acusadas a visitar a su familia en Buenos Aires. Regresaron con dinero para adquirir un vehículo y se entiende del expediente que ese era el botín por el cual fue asesinado.
En el departamento donde ocurrió el crimen, Policía Científica secuestró dosis de estupefacientes, lo cual indicaba que esa noche, entre drogas y alcohol, se desató una discusión en la cual la víctima fue golpeada en la cabeza, pero terminaron con su vida estrangulándolo sobre la cama.
Drogas
Una de las hipótesis fue que intentaron sedarlo con ketamina, un anestésico de uso veterinario, pero al no lograrlo y percatarse la víctima que le querían robar, intentó defenderse.
Previamente habían estado de festejo en un pub a pocas cuadras y siguieron la diversión en el departamento.
Lo que no supo la víctima, de acuerdo a la acusación, fue que una de las chicas le había contado a otro de los implicados que tenía ese dinero allí guardado.
Las jóvenes que lo acompañaron al departamento dieron aviso al resto de los asaltantes. De los seis sospechosos, cinco escaparon a Buenos Aires y solo uno se quedó en Posadas. Entre la noche del asesinato y el hallazgo del cuerpo pasó el tiempo suficiente para que todos desaparecieran.
Cuando el cuerpo se descompuso y el olor invadía a los vecinos, el homicidio se confirmó y la policía comenzó a rastrear a los presuntos responsables hasta capturarlos.





