La heladera es el aparato que mayor gasto eléctrico genera en los hogares con cocinas integradas. Su consumo diario se ubica en un rango de 1,5 a 3,5 kWh, debido a que permanece encendida las 24 horas. Esta cifra equivale al uso de 30 lámparas LED de 5 W encendidas durante todo un día.
En los modelos con tecnología inverter y mayor eficiencia energética, el gasto mensual ronda entre 30 y 50 kWh, mientras que los equipos antiguos suelen superar ampliamente esos valores. Factores como la temperatura ambiente y la frecuencia de apertura de la puerta inciden directamente en la cantidad de electricidad utilizada.
Equivalencia con lámparas LED
El cálculo de la comparación se realiza multiplicando la potencia por las horas de uso y dividiendo por 1000. En el caso de 30 lámparas LED de 5 W encendidas 24 horas, el resultado es 3,6 kWh, una cifra similar a la que puede registrar una heladera en funcionamiento continuo.

Para conocer el consumo real de cada equipo, se recomienda revisar la etiqueta de eficiencia energética o, en caso de contar con la posibilidad, utilizar medidores enchufables que permiten verificar el gasto según el uso y la temperatura del entorno.
Seguridad y mantenimiento
Las recomendaciones de seguridad para el uso de heladeras incluyen contar con una toma dedicada, evitar alargadores y regletas, asegurar que la instalación eléctrica tenga térmica y disyuntor, además de una correcta puesta a tierra. También se aconseja mantener espacio libre detrás del aparato y limpiar periódicamente el condensador, lo que favorece la ventilación y reduce el esfuerzo del motor.
Hábitos que ayudan a reducir el consumo
Ubicar la heladera lejos de fuentes de calor y de la luz solar directa.
Verificar que los burletes cierren correctamente.
Configurar la temperatura recomendada (alrededor de 4 °C en el refrigerador y −18 °C en el freezer).
Evitar introducir alimentos calientes y reducir la cantidad de aperturas de la puerta.






