Una adolescente de 15 años fue víctima de abuso sexual en una vivienda en construcción y tras ser dopada por dos jóvenes señalaron fuentes policiales.
Por el hecho, que se registró entre la noche del pasado sábado y la madrugada de ayer en la zona oeste de esta capital, hay un joven de 18 años detenido, quien quedó alojado en sede policial y a disposición de la Justicia.
Por el momento no trascendieron mayores detalles del otro presunto implicado, pero existen datos que refieren que, al igual que el sospechoso arrestado, se domiciliaría en la zona.
En base a testimonios y otros datos colectados por los investigadores, se supo que hubo otra jovencita en la escena.
Sin embargo, aún no habría sido identificada. Al parecer se trataría de una amiga o conocida de la quinceañera que resultó víctima.
La menor que fue atacada sexualmente y tras lo sucedido fue hospitalizada, teniendo en cuenta que perdió la consciencia y no recuerda nada de lo sucedido.
Voceros del caso indicaron que una vez al tanto de la denuncia, que fue radicada ayer en la Comisaría de la Mujer Oeste, los efectivos acudieron de inmediato al lugar, un asentamiento ubicado en inmediaciones a la chacra 158, más precisamente cerca de las avenidas Vivanco y Tambor de Tacuarí.

Vino y pastillas
Una vez recuperada la consciencia la víctima no pudo aportar mayores datos en razón de que no pudo recordar nada de lo sucedido, por lo que se cree que le invitaron alguna bebida con alguna sustancia aún desconocida en un vaso. Es decir que él o los abusadores se aprovecharon de su estado de indefensión para atacarla sexualmente.
Una vez al tanto de la situación, se activaron los protocolos para este tipo de casos, por lo que la menor fue examinada por un médico de la fuerza, que corroboró que hubo abuso, según confió un portavoz.
No se descarta que a la adolescente le hayan invitado vino con pastillas, por ello se allanó el lugar donde ocurrió el hecho en busca de elementos u objetos que puedan servir de evidencia.
La zona donde todo sucedió es conocida como “La Favelita” o “Chavo del 8”, un asentamiento donde en más de una ocasión la policía irrumpió por denuncias de varios delitos, entre ellos robos y hurtos, incautando bebidas alcohólicas en poder de menores y pastillas (psicofármacos) y en otros casos, estupefacientes.
Se le dio intervención al Juzgado de Instrucción 6, Ricardo Walter Balor, que dispuso las medidas pertinentes, entre ellas la detención del sospechoso y el allanamiento en el lugar donde habría sucedido el hecho.
Por otra parte, el magistrado dispuso que se le realice el examen toxicológico a la víctima, con el objetivo de determinar qué sustancia le suministraron a la menor mezclada con una bebida.
Irrupción policial
Efectivos de la comisaría jurisdiccional (en este caso la Séptima) con apoyo de la Dirección Infantería irrumpieron ayer a la madrugada en los pasillos del asentamiento, que tiene uno de sus accesos por la avenida Vivanco esquina Centenario.
La primera de las arterias luego se cruza con Tambor de Tacuarí, lo que sería prácticamente a unos cien metros del Parque Sarmiento de Villa Cabello. Hubo varios demorados pero luego se estableció que uno de ellos, de 18 años, guardaría relación con lo sucedido, por lo que quedó detenido. Durante las próximas horas será indagado por el juez Balor y el fiscal René Casals.

Como zombies a “pipazos con cascarita”
La basura reciclada de la basura descartada de la cocaína. “La pipa” es el estupefaciente que está arrasando Posadas, se consigue con un billete de dos mil pesos en cualquiera de los narcokioscos desplegados en distintos barrios de la zona sur y oeste de esta capital.
Se trata de pequeñas partes, “como piedritas o cascaritas”, describió a PRIMERA EDICIÓN un adolescente en “La Favelita” a pocos metros de la construcción donde fue violada la adolescente durante la madrugada de ayer.
La denominan “pipa”, porque con un tramo de bombilla de mate se aspira el humo al calentarla. Se confecciona con los restos de cocaína que llegan desde las cocinas bonaerenses y en los asentamientos misioneros los dealers la estiran con bicarbonato de sodio, arman una pasta y la fraccionan para reventa.
“Un pipazo dura un ratito, te hace sentir muy bien pero es por cada vez más corto el tiempo. Te volvés loco y salís a robar cualquier cosa para conseguir el billete”.
Esta droga arrasa y ya fue alertada a este Diario el 9 de agosto en el barrio La Olla en la zona sur, cuando se replicaron los incendios de viviendas y peleas que terminaron con una joven muerta a puñaladas: Lix Alexandra De Jesús (21).
Una semana después Daniel Pesce, sacerdote director del centro de asistencia para adictos Hogar de Cristo, remarcó que el avance de los estupefacientes es alarmante cuando un adolescente de 16 años murió electrocutado intentando robar cables de alta tensión en el puente de la avenida Blas Parera en la costanera oeste.









