El Hogar de Cristo de la diócesis de Posadas anunció la próxima apertura de un nuevo espacio de rehabilitación y reinserción social destinado a jóvenes que buscan dejar las calles y superar el consumo problemático de sustancias: se trata de la Granja San Benito; la cual está ubicada en la localidad de San Ignacio. En dicho espacio se espera concretar actividades rurales, de granja, de huerta y de comunidades, como parte del proceso de acompañamiento.
El avance del proyecto está condicionado por varias dificultades; sin embargo, la más urgente y concreta es la compra de un cable, un medidor y un poste de luz para la instalación eléctrica en la casa que hará de epicentro de esta granja; y dicho costo es cercano a los 800 mil pesos.
Ante esta situación, desde el Hogar apelan a la solidaridad de la comunidad para reunir los fondos necesarios y en referencia a esta iniciativa, el Padre Daniel Pesce, director del Hogar de Cristo de la diócesis de Posadas dialogó con la FM 89.3 Santa María de las Misiones y dio detalles de la iniciativa.
“En esta primera fase esta Granja San Benito tiene una pequeña casita techada y cerrada. La idea se comenzar una pequeña o primera avanzada de chicos para ir iniciando nuestra granja, en un lugar que tiene varias hectáreas”, detalló este sacerdote.
Además, continuó con las especificaciones y datos de esta Granja y dijo que “tiene ya casi instalado un gallinero, un pequeño espacio para porcinos y nuestra idea e producir, porque apuntamos al autosustento. Como así también, al trabajo como un método para salir del consumo de la calle, pero también el esfuerzo colectivo”.
Mientras que a la hora de conocer que les falta para seguir adelante con este proyecto relató: “En este momento no tenemos la luz eléctrica. Esta casa que no cedieron y previo a nuestra llegada se robaron los cables que bajan del alumbrado público y también todo el cableado que llega a la casa; y como es una zona rural, debemos reponer varios metros de cable, como así también postes y el medidor. Además, se necesitan también algunas modificaciones edilicias mínimas para que el lugar esté habitable”.
Cómo ayudar
El padre explicó cómo se puede colaborar con el proyectyo. “Nosotros publicamos un CBU -ver abajo- que es de Mercado Pago. Pero también las personas que de repente pueden colaborar con materiales eléctricos o lo que tengan para la granja. Nosotros tenemos una necesidad urgente para poder habitar, pero necesidades hay varias, como en cada casa”.

Dos Hogares en Posadas y San Ignacio y más de 30 chicos
El padre reveló que actualmente cuentan con dos hogares: uno en Posadas, en un predio cedido por el Ministerio de Salud Pública dentro del Hospital Balbina, y otro en pleno centro de San Ignacio. “Entre ambos juntamos más de 30 chicos”, explicó-
La iniciativa de la Granja San Benito surge para dar respuesta a la creciente demanda de atención. “La idea es contar con al menos ocho plazas más y, además, el trabajo de granja ayuda mucho en el proceso de rehabilitación de un chico en consumo. A cada joven que llega le proponemos un año de acompañamiento”, detalló el sacerdote.
El objetivo inmediato es reunir los fondos necesarios para avanzar con las instalaciones eléctricas. “Nos pusimos como meta juntar 750 mil pesos aproximadamente. Hicimos un cálculo de lo que cuesta el material”, señaló. Esta es la segunda campaña solidaria que impulsan desde que comenzaron con el trabajo territorial, hace tres años.
Una meta: juntar 750 mil pesos
El objetivo inmediato es reunir los fondos necesarios para avanzar con las instalaciones eléctricas. “Nos pusimos como meta juntar 750 mil pesos aproximadamente. Hicimos un cálculo de lo que cuesta el material”, señaló. Esta es la segunda campaña solidaria que impulsan desde que comenzaron con el trabajo territorial, hace tres años.
El Hogar de Cristo no cobra por el servicio que brinda. “No cobramos la internación de los chicos. El 90% o 99% de nuestros pibes están en situación de calle, desplazados social y familiarmente por el consumo. Por eso confiamos en la providencia de Dios e intentamos caminar juntos”, expresó el padre Pesce. Y agregó que la tarea se asume “desde el amor, desde la comprensión y desde una necesidad de abrazar esta vida como nos enseña el Papa Francisco: abrazarla como viene”.

La demanda aumenta cada día, hay mucha desesperación”
Consultado sobre el contexto actual, el sacerdote reconoció que la situación es cada vez más crítica. “Aumenta la demanda, crece cada día. Lamentablemente, en estos últimos meses el tejido social está resquebrajado en los barrios populares. Hay muchos chicos en recaída, hay mucha desesperación”, lamentó. Actualmente, los dos hogares alojan a unos 35 jóvenes.
Los caminos de ingreso son múltiples. Algunos llegan derivados del Ministerio de Prevención, tras haber transitado por centros como el antiguo Manantiales. Otros, a través de municipios que cuentan con áreas de Acción Social o programas de prevención. Y también hay quienes se acercan espontáneamente al centro barrial que funciona frente a la parroquia San Benito, en el barrio Los Manantiales de Posadas.
“Las madres se comunican por WhatsApp pidiendo ayuda para un hijo. Ahí generamos un primer encuentro, una entrevista para conocerlo y explicarle en qué consiste vivir en un Hogar. Porque muchas veces pueden sentirse avasallados. Tratamos de acompañar ese proceso con mucho cuidado”, explicó.
También hacen presencia activa en los barrios mediante misiones populares, donde identifican situaciones de consumo y vulnerabilidad extrema. “Si encontramos un chico en situación de calle, le ofrecemos el lugar para salir de ahí, para dejar la droga”, afirmó.
“Es un Hogar, es una familia, no una cárcel”
Pesce remarcó que el ingreso al Hogar debe nacer de una decisión voluntaria. “No es una cárcel, es un hogar, es una familia. Tiene que surgir de la voluntad de querer cambiar la vida, de transformarla. Cuando esa decisión está tomada, acompañamos lo más que podemos”, subrayó.
El equipo cuenta con unos 25 voluntarios y actualmente funciona con cuatro dispositivos en la diócesis de Posadas. Uno es el centro barrial, donde se trabaja de forma ambulatoria y se reciben también problemáticas vinculadas a niñeces y mujeres en situación de consumo. Dos son hogares de internación: Virgen Desatanudos en San Ignacio y Casita San Miguel en Posadas. El cuarto es un equipo de voluntariado que cada martes acompaña a pacientes internados en el hospital Ramón Carrillo, la principal institución de salud mental de la provincia.




