Tras siete audiencias, el juicio oral a cuatro agentes aduaneros argentinos imputados por organizar una red que permitía el paso sin control de vehículos con mercaderías provenientes del Paraguay a través del puente San Roque González de Santa Cruz, se encamina a su etapa definitoria que se desarrollará en agosto y luego de las dos semanas de feria de invierno previstas para la Justicia Federal de Misiones.
El debate ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Posadas se inició el 3 de mayo pasado y tiene a los cuatro funcionarios públicos bajo acusación: Orlando Ariel Alfonso “Kiwi” (56), Francisco Antonio Llorente (64), René Lorenzo Juárez (68) y Bernardino Castor Esquivel (51). Todos fueron detenidos en octubre de 2017 por la investigación de los delitos instruyó la jueza federal, María Verónica Skanata.
La carátula de la causa es “asociación ilícita, exacciones ilegales, favorecimiento y facilitación al contrabando, y participación en ese delito”, todo agravado por la calidad de funcionarios públicos de los involucrados. Sobre el delito de “asociación ilícita”, el mismo apunta a la existencia de una estructura con persistencia en el tiempo y objetivos en común. Sobre la “exacción” en tanto, la misma se refiere a “exigir multas deudas o impuestos en nombre del Estado”.
El jueves pasado se realizó la última audiencia y tuvo a un efectivo de la Prefectura Naval Argentina que participó de un procedimiento a un automóvil paraguayo que fue verificado en la salida del puente sobre la costanera (avenidas Cabred y Marconi frente al Hospital Ramón Madariaga), tramo de egreso directo de la zona primaria del viaducto internacional.

El prefecturiano coincidió con los relatos de sus compañeros en las jornadas de juicio del 25 y 27 de junio y ratificaron que durante una madrugada de junio en 2017 en la salida del acceso sur arribó automóvil con patente paraguaya y dos personas de la misma nacionalidad que cruzaron el control de Aduana en el puente sin el menor control aparente y transitaban en un vehículo repleto de bultos con nylon negro y cerrados con cinta de embalaje tanto en los asientos como en el baúl. “Toda la mercadería sin aval aduanero”, resumieron los tres testigos. Este prefecturiano también afirmó que, entre la salida del puente y el punto en el que interceptaron el vehículo, no había punto o camino alternativo en el que pudieran ser cargados los automóviles con cargas de contrabando.
Vale recordar que durante la audiencia del 25 de junio se detallaron procedimientos similares que involucran a los acusados. Operativos en los que fueron interceptados transportes cargados con contrabando. Uno de ellos, el 13 de junio de 2017, fue realizado por efectivos del Escuadrón 50 “Posadas” de Gendarmería y uno de los uniformados que lo encabezó detalló que sus subalternos detectaron que tres automóviles, uno argentino y dos con patente paraguaya, salían en fila del área de Aduana y Migraciones y al notar que se movilizaban repletos de cajas, los frenaron y requisaron en la playa de estacionamiento frente al predio del tren internacional.
Un Fiat Palio argentino y dos Toyota con chapa patente del vecino país con vidrios polarizados llevaban cajas en todos los asientos, menos en el del conductor. Llenos hasta en los baúles con luces LED, cámaras, cigarrillos, vapeadores y cigarrillos electrónicos. Cuando se los requisaba uno de los conductores paraguayos dijo: ‘Qué raro, la verdad no sé qué pasó porque es la tercera vez que pasamos el puente hoy y no tuvimos problemas antes’”.
En el barrio San Lorenzo, zona Sur de Posadas, días después fueron los investigadores de la Prefectura Naval Argentina quienes descubrieron maniobras con la misma modalidad: cruzar los controles aduaneros en tandas de cuatro o tres vehículos sin ser revisados en el puente.
“Hicimos trabajos de seguimiento de los sospechosos y cada vez que los detectábamos rumbo al barrio San Lorenzo (avenida Cabo de Hornos y arroyo El Zaimán) cruzábamos datos con Migraciones y corroborábamos de quiénes se trataba. Ingresaban rápidamente en una propiedad y permanecían dos horas aproximadamente. Luego volvían a Encarnación”, resumió uno de los testigos de la PNA.















