Con una baja participación de oradores y presentes, y en medio de una fuerte presión por parte de las plataformas digitales como Uber y Didi, este viernes se llevó a cabo en el recinto del Concejo Deliberante de Posadas la audiencia pública para tratar una eventual actualización de la tarifa de taxis. La instancia de participación ciudadana, convocada por ordenanza, reunió a apenas tres expositores vinculados al sector y dejó en evidencia la división interna entre peones y propietarios sobre la conveniencia o no de avanzar con un nuevo incremento en los valores.
Durante el encuentro, entre los que tomaron la palabra estuvieron Alfredo Gamarra, secretario general del Sindicato de Peones de Taxis; Jorge Starik, propietario de varias unidades y referente histórico del sector.
Según relató el concejal Dardo Romero, presidente de la Comisión de Transporte del HCD, la audiencia transcurrió en un clima tranquilo y sirvió principalmente para escuchar inquietudes más allá de la tarifa, como los nuevos requisitos para obtener la licencia profesional y la falta de controles sobre los servicios informales.
“Por suerte fue una audiencia tranquila. Lo bueno de estas instancias es que permiten escuchar a los taxistas, conocer sus reclamos y sus preocupaciones. Algunos pidieron aumento, otros no”, explicó Romero en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
Confirmó que la decisión final sobre si habrá una suba o no en la tarifa depende exclusivamente del Ejecutivo municipal, que ahora tiene un plazo de 30 días para expedirse al respecto.
“Seguramente, si hay aumento, será mínimo, algo así como 100 pesos”, anticipó.
Respecto al posicionamiento de los oradores, Romero detalló que “Gamarra no pidió aumento; él no quiere que se suba la tarifa porque entiende que eso puede ser peor en este contexto. Starik sí solicitó un ajuste, pero dijo que sea mínimo, de un 15 o 20 por ciento. Y el tercero, si mal no recuerdo, tampoco pidió incremento”.
Visiones encontradas
En la previa de la audiencia, los peones había sido categórico al advertir que muchos peones se oponen a un aumento en este momento, pese a reconocer el atraso tarifario.
“Sí, estamos atrasados en los valores, pero con los Uber truchos y las motos ilegales, hoy subir es una locura. Nos estamos hundiendo, pero preferimos hundirnos así de a poquito antes que pedir incremento”, expresó en su momento ,Rubén Ferreira, referente de la Cooperativa de Trabajo de Taxis
Por su parte, Starik sostuvo que el panorama para los propietarios es crítico y que no se puede seguir operando sin un reajuste que al menos acompañe la inflación.
“Obviamente que sí, tiene que haber una autorización tarifaria. No tiene que ser mucho, un 15 o 20%. No es para ganar, es para seguir trabajando con dignidad”, afirmó.En su exposición, planteó la suba constante del combustible, los repuestos, los seguros y la imposibilidad de renovar las unidades como los factores que más afectan al rubro.
“Un embrague que siempre costó 70 dólares hoy vale entre 100.000 y 130.000 pesos. Y eso que bajó. Porque hace un año llegamos a pagar 200.000”, advirtió.
También apuntó contra la desigualdad de exigencias entre los taxis y las plataformas:
“Un taxi modelo 2013 ya no puede trabajar más, pero ese mismo auto le lijan el techo, lo pintan y sigue circulando como Uber. Nosotros tenemos que pagar todo al día, si no, no renovamos nada. Pero ellos, nada”.







