Corría 2008 cuando empezó a ver la luz uno de los episodios más impactantes y dramáticos de la historia policial reciente de Misiones: la historia de un hombre que mantuvo a su hija cautiva del horror, la violencia y los abusos de toda índole durante 24 años, desde que ella tenía 8.
Sin su consentimiento, tuvo con ella cuatro hijos, uno de los cuales falleció al nacer o nació sin vida y el hombre lo metió en una bolsa de fideos de cinco kilos y lo enterró en el patio trasero de su domicilio en Eldorado.
La crueldad de este sujeto llegó a tal extremo que habría manifestado a su hija: “Si querés prenderle una vela hacelo cerca de la cocina”, dando una pista del lugar donde había sepultado el cuerpito.
Más de veinte años después del primer abuso, en 2007, la víctima denunció a su padre ante la Justicia y el juez de Instrucción 1 de Eldorado, Roberto Horacio Saldaña, ordenó su arresto.
A fines de junio de 2010, el Tribunal Penal 1 de Eldorado confirmó la condena a 10 años de prisión en un juicio abreviado al que se llegó por la abrumadora carga de las pruebas: la pericia de ADN estableció un 99,9% de certeza al confirmar el vínculo filial entre el acusado y los tres hijos de la víctima.
Más de 20 años en el infierno
La macabra historia comenzó en una vivienda situada en el barrio Roulet de la Capital del Trabajo, cuando la mujer del imputado lo abandonó, junto a los ocho hijos, para irse a Buenos Aires con otro hombre.
Según relató la denunciante, los abusos comenzaron cuando ella tenía sólo ocho años y cuando su madre aún estaba en la casa. Incluso contó que en una ocasión la mujer sorprendió al marido en pleno acto sexual. Pero la cosa no habría pasado de un simple reproche.
Ahí comenzó el calvario para la joven, que tenía 32 años cuando la historia salió a la luz. El primero de sus hijos nació el 19 de abril de 1994 en el hospital Samic de Eldorado. El siguiente en 1997 y el tercero el 20 de febrero de 2002, estos dos últimos en su domicilio, donde el propio padre-abuelo hizo de partero.
A ellos hay que sumar el bebé que nació muerto y fue enterrado en la vivienda.
A fin de evitar futuros embarazos, el procesado le suministró a su hija pastillas anticonceptivas.
Los abusos continuaron hasta 2007, cuando la víctima decidió romper las cadenas de la opresión, la violencia en sus más variadas manifestaciones y el sentimiento de culpa para denunciar el caso ante la Justicia Penal de Eldorado.
Dos hijos-nietos más con otra hija
“Su hermana también fue accedida carnalmente por su padre, desde que tenía nueve años aproximadamente, la misma tuvo dos hijos, que aparentemente son de él también, un varón que falleció a los tres meses y una nena discapacitada que tiene 17 años”, estableció también la resolución judicial que confirmó la condena a diez años de prisión para el nefasto protagonista de esta historia.








