El paisano mbya Dalmacio Hugo Acosta fue condenado a prisión perpetua el 19 de junio de 1997, al ser considerado culpable de violar y asesinar a una mujer de 53 años, en un hecho registrado en un paraje rural de la localidad de Ruiz de Montoya casi dos años antes, el 18 de agosto de 1995.
El Tribunal Penal 1 de Posadas dispuso la pena máxima al considerar en forma unánime que el acusado violó en forma reiterada a su víctima y después la mató con alevosía.
Hugo “Burro” Acosta, de 23 años al momento de la sentencia, se domiciliaba en la aldea Fracrán.
El hecho por el cual fue juzgado se registró en el paraje Acceso Club Flor de Tung, sobre la ruta provincial 7, que une Jardín América con Aristóbulo del Valle.
Esa tarde de hace 27 años, cuando la mujer regresaba de comprar leche que llevaba en un bidón, fue atacada por Acosta, quien la golpeó y la arrastró unos 80 metros desde la ruta, hacia un maizal, donde la sometió sexualmente.
Cuando el cuerpo de la mujer fue hallado, presentaba desgarros y rotura del esfínter anal y rotura de la pared del recto anal y de la región perineal de la vagina, según el examen que practicaron los peritos.
Según se ventiló en el juicio, “esto se habría debido al tamaño del órgano sexual del imputado, que aparentemente era excesivamente grande para los órganos de la mujer, y a la violencia con que fue ejecutado el acto”, según las crónicas de la época.
Y según confirmó la autopsia, la mujer murió por una compresión manual del cuello con rotura del hueso hioides, que le produjo un paro cardiorespiratorio.
En su momento el caso fue elevado a juicio como “violación y homicidio”, delito que contemplaba penas de 15 a 25 años, pero el fiscal Rolando Oliva pidió un cambio de carátula y que fuera condenado a reclusión perpetua por “violación reiterada” y “homicidio calificado” por alevosía.
La defensoría oficial, en tanto, rechazó ese pedido y adhirió a la primera acusación, entendiendo que “no podía negar la participación de su cliente en el hecho” pero que a su criterio no existió alevosía ni ocultamiento del cadáver.
El Tribunal, integrado por los jueces Martín Errecaborde, Alfredo Escribano y Angel de Jesús Cardozo, finalmente condenó a “Burro” Acosta a “prisión perpetua por homicidio calificado en concurso real y violación reiterada, dos hechos”.