Bajó el dólar, pero las acciones y los bonos siguen sin reaccionar. Se ordenó la macro, pero sube el desempleo. El Gobierno gana o saca buenos resultados en las elecciones en las provincias, pero enfría el Congreso y apuesta a los gobernadores para obtener los “dólares del colchón” y ya anticipa un mal conocido, privatizaciones.
“Milei es un Beatle, todos quieren una foto con él”, celebra el ministro de Economía, pero los ADRs argentinos en Wall Street se desplomaron hasta 5% luego de que Morgan Stanley Capital International planteara objeciones al definir la categorización de Argentina. Ya pasaron dieciséis meses con superávit fiscal, pero el riesgo país volvió a ubicarse encima de los 700 puntos. Se “estacionó” la inflación, pero el poder adquisitivo sigue perdiendo terreno y se instala como una de las principales preocupaciones de la población. El Gobierno no convalida negociaciones salariales por encima del 1%, pero los combustibles subieron 5% solo durante este fin de semana. Datos… no opinión.
Mientras cientos de cámaras de medios porteños enfocaban el balcón y la puerta de Cristina Fernández de Kirchner tras la confirmación de su condena pasaron todas esas cosas y otras quizás más importantes. Pero el manejo que ejerce el Gobierno en la instalación de agendas sigue desviando la atención de lo verdaderamente relevante llevando la discusión al terreno de los memes o los 250 caracteres. Sin embargo, las cosas siguen sucediendo y lo que es evidente a la vuelta de la semana es que no alcanza.
El superávit está bien, pero carece de sentido si no redunda en beneficios para la sociedad. Frenar la inflación es un propósito inobjetable, pero es solo discursivo si no se convalidan paritarias que equiparen todo lo perdido. En los meses que lleva de Gobierno el oficialismo se jactó de haber logrado que la población comprendiera la importancia del equilibrio fiscal y de cómo hay una relación entre el desfinanciamiento del gasto público y el alza de los precios en el supermercado. Sin embargo, los cuestionamientos vuelven una y otra vez al centro de su discurso: ya no alcanza con el superávit fiscal.
Un relativo “supermartes”
Mientras tanto, la centralidad que tomó CFK a partir de la confirmación de su condena obligó al Gobierno a reducir al mínimo la actividad en el Congreso. Apenas algunas reuniones de comisión mientras los libertarios asumen una posición defensiva hasta las elecciones de octubre. Reconocen que la relación con el peronismo atraviesa su momento más tenso, y la situación no es mucho más favorable con los bloques aliados del PRO y la UCR.
Tampoco hay tranquilidad con los gobernadores, quienes observan con inquietud tanto la disminución en la recaudación como el crecimiento del armado electoral de La Libertad Avanza en sus provincias.
La anemia legislativa atenta contra la urgencia del Gobierno por hacerse de los dólares en el colchón. La iniciativa parlamentaria que blinda a los contribuyentes para que puedan utilizar esos billetes no tiene fecha de inicio de debate. No hay consenso con los bloques dialoguistas y existe una brecha enorme entre lo anunciado públicamente y el texto presentado en el Congreso. Frente a ese escenario es que Luis Caputo sale a buscar el respaldo de los gobernadores, doce de los cuales ya avisaron que acompañarán. El tema seguramente esté en la agenda de debate del martes, día en el que está previsto un nuevo encuentro en la Casa Rosada. Allí los mandatarios provinciales harán reclamos por fondos que el Gobierno libera gradualmente, siempre condicionado al respaldo legislativo.
Siguiendo con el desglose del primer párrafo, Argentina espera también el martes una decisión clave del MSCI (Morgan Stanley Capital International), que anunciará si el país sigue como “standalone market” -la categoría más baja del sistema- o si inicia su regreso al grupo de mercados de frontera o emergentes, del que fue excluido en 2021.
En la previa, los ADRs argentinos en Wall Street cayeron hasta 5%, con Transportadora de Gas del Sur, Galicia y Loma Negra entre los más afectados. Un informe preliminar de MSCI señaló que Argentina aún presenta trabas significativas para los inversores institucionales, como controles cambiarios y falta de un mercado de divisas unificado. Hoy, el país comparte la categoría “standalone” con economías como Zimbabue, Líbano y Ucrania. Si mejora su estatus, podría avanzar primero a mercado de frontera y, eventualmente, volver al grupo de emergentes, donde figuran Brasil, México e India.
En tanto, los activos locales continúan debilitándose. El Merval ya acumula una baja del 20% en dólares en lo que va del año, en un contexto de volatilidad global e incertidumbre interna. El feriado de la bolsa porteña no evitó que los ADRs argentinos en Wall Street cayeran hasta 5%, con Transportadora de Gas del Sur, Galicia y Loma Negra entre los más afectados. El retroceso se da en paralelo con correcciones en los mercados internacionales, incluidas las criptomonedas, que cedieron hasta 3%. Aun así, analistas destacan que Bitcoin mantiene perspectivas alcistas a mediano plazo. El martes entonces será clave para definir el lugar de Argentina en los mercados financieros globales.
Pasó otra semana que decantará en un nuevo mes completo con superávit fiscal, un logro que el Gobierno intentará vender como un activo, pero… ¿Es suficiente?
Lo que el Gobierno celebra como aceptación social del ajuste podría convertirse en un riesgo político para el Presidente que, ya rumbo a las legislativas de octubre, avisó que se viene más “motosierra”. Será una verdadera prueba para medir si la sociedad sigue tolerando el recorte frente a una débil y desigual recuperación del consumo, con deterioro en los indicadores de empleo.
Pero no solo allí hay dudas. En el ámbito financiero cuestionan que el Gobierno le atribuya al superávit fiscal una especie de “superpoder”, capaz de compensar otros desequilibrios, como el déficit en cuenta corriente o la dificultad para acumular reservas genuinas, más allá del ingreso de capitales especulativos vía “carry trade”. En ese sentido una de las críticas que más se repite es que, pese al acuerdo con el FMI, la flexibilización del cepo cambiario y el paquete para sumar reservas sin intervención directa del Banco Central, el riesgo país volvió a superar los 700 puntos.
El Gobierno llegó a atribuir ese repunte a la candidatura de Cristina Kirchner, aunque la expresidenta permanece con prisión domiciliaria y el indicador siguió en ascenso.
A partir de las medidas implementadas por el Gobierno, en los últimos meses la inflación dejó de ser la principal preocupación de los argentinos. Sin embargo, ahora subieron fuerte los niveles de incertidumbre por el desempleo y la pérdida del poder adquisitivo. Según datos de la consultora Casa Tres, en marzo de 2024, el 23% de los encuestados mencionaba la inflación como su principal preocupación; para mayo de 2025, esa cifra cayó al 5%. En contraste, las menciones al desempleo aumentaron del 4% al 11% y al costo de vida del 3% al 8% en el mismo período.
El aumento de los costos de los servicios recortó el alcance de los ingresos disponibles de las familias, afectando especialmente a aquellos con entradas fijas. El Índice de Precios al Consumidor disminuyó, pero la mejora en el poder adquisitivo no es la suficiente para contrarrestar el impacto de los aumentos en las tarifas.
Como se advierte desde el principio, no alcanza. Y nada alcanza si el objetivo no es reconstruir el tejido social que se fue dañando durante los últimos años a partir de pésimas gestiones que decantaron en la actual, responsable de un ajuste casi sin precedentes cuyos beneficios siguen sin verse en la inmensa mayoría de los argentinos que no forman parte de eso que el Gobierno llama “casta”.
La preocupación que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) puso sobre el desempleo también está instalada en la provincia dado que el 7,7% nacional conlleva fuertes disparidades entre regiones.
A nivel local, de hecho, la tasa de actividad presentó un nivel de 45,1%, lo que equivale a una reducción de cuatro puntos respecto de 2024 y de 1,8% respecto al último trimestre del año pasado. Con todo, en un contexto de deterioro del mercado laboral a nivel nacional, la medición local exhibe mejores indicadores que el resto de las provincias del noreste argentino.
El INDEC también confirmó otro dato: Misiones encabeza las exportaciones en la región del NEA. Según los últimos datos, la provincia exportó bienes por un valor de 64 millones de dólares en mayo, alcanzando un total acumulado de 211 millones de dólares en lo que va del año.
En tanto, la Fundación Mediterránea posicionó a la provincia como la referente del NEA en volumen de créditos otorgados al sector productivo. Al mismo tiempo, se observó una fuerte disminución en la morosidad, lo que refleja una mayor capacidad de pago y un entorno económico más sólido en comparación con otros distritos.
Por otra parte, comienza a percibirse un abroquelamiento en pos de la creación de un Instituto Provincial de la Yerba Mate que mitigue el impacto de la desregulación impuesta por la Nación. La iniciativa, cuyos primeros avances concretos se advirtieron con la asamblea de productores que se desarrolló el viernes en San Vicente, buscó instalar las bases hacia la recuperación del control sobre la principal economía regional y proteger a los pequeños productores frente a la concentración del mercado y la caída del precio de la hoja verde.
Impulsada por legisladores provinciales del PAyS, que capitalizó el descontento del abandono del Gobierno nacional, y con la presencia de autoridades del Ministerio del Agro de Misiones, la cumbre abordó problemáticas estructurales del sector, como el mercado informal y la exclusión financiera de productores. Quedó claro al final de la asamblea que si los productores no se plantan, el modelo yerbatero dejará de existir tal y como funcionó históricamente y, en cambio, se replicará el que promueve la Nación, con dos o tres empresas poderosas controlando el rubro.









