Investigadores del Proyecto Yaguareté confirmaron en las últimas horas que fueron dos los ejemplares de esa especie que fueron capturados simultáneamente el martes por la noche en la Reserva Natural de la Defensa Puerto Península, en Misiones.
Si bien la presencia de estos felinos había generado gran preocupación entre productores y pobladores de la zona de las 2.000 Hectáreas de Puerto Iguazú, el objetivo de los científicos del Instituto de Biología Subtropical y del CeIBA-CONICET era “equiparlos con un collar satelital para estudiar sus desplazamientos y ayudar a mejorar las condiciones de coexistencia de los vecinos de áreas rurales cercanas”.
El monitoreo de los movimientos de estos animales “ayudará también a comprender los requerimientos de estos individuos y a predecir las áreas de posible interacción con los animales domésticos, que podrían provocar situaciones conflictivas con los humanos“, explicaron.

Adicionalmente, se tomaron muestras biológicas y genéticas para evaluar el estado de salud de ambos yaguaretés silvestres: una hembra de 6 años de nombre Pará (conocida desde cachorra por los científicos que la vienen monitoreando mediante cámaras trampas desde 2019) y su hijo macho de algo más de un año y con un tamaño ya mayor al de su madre, el cual fue bautizado el martes con el nombre de “Gaucho”.
En principio se pudo comprobar que este último se encuentra en óptimas condiciones, pero a su madre se le detectó la falta de uno de sus ojos, una lesión antigua en el hocico y varios perdigones de arma de fuego alojados en el flanco izquierdo.
Si bien no está confirmado que todas las lesiones hayan sido causadas en el mismo evento, “podrían estar relacionadas”, explicaron los investigadores, para quienes “la presencia de los perdigones muestra claramente que la cacería constituye una de las mayores amenazas para la especie en la región y son necesarios mayores esfuerzos para reducirla”.
Cabe recordar al respecto que la Reserva Natural de la Defensa Puerto Península conserva hábitat muy importante para esta especie amenazada y, junto a áreas protegidas provinciales y nacionales vecinas, sostienen a una de las pocas poblaciones reproductivas de yaguareté del país.

Desde hace algunos meses en la zona de las 2.000 Hectáreas de Puerto Iguazú se vienen denunciando desapariciones y ataques a perros y en algunos de esos casos se ha podido comprobar a Pará como el animal involucrado.
Desde el pasado febrero, el equipo del Proyecto Yaguareté (CeIBA-CONICET) junto a numerosas instituciones gubernamentales y no gubernamentales vienen trabajando en conjunto en esta problemática, visitando y brindando asistencia a los vecinos con el objetivo de ofrecer recomendaciones sobre acciones concretas para reducir los ataques.
Las principales medidas recomendadas tienen que ver con un mayor cuidado de los animales domésticos, particularmente su resguardo durante la noche, lo que protege a las mascotas y disminuye la posible presencia de individuos de yaguareté en cercanías de las chacras.
En este sentido desde el Proyecto Yaguareté (CeIBA-CONICET) se está impulsando la construcción de caniles para la protección de los perros en las zonas cercanas al monte y anunciaron que se trabajarña en campañas de vacunación y castración.
Todas estas medidas ayudarán a lograr una mejor salud y bienestar para los animales domésticos y las personas, y una coexistencia armoniosa con el yaguareté.








