El director ejecutivo de Red Yaguareté, Nicolás Lodeiro se refirió a la situación del yaguareté y su interacción con la ganadería en Misiones, tras los hechos registrados en el norte provincial en las últimas semanas donde el felino en busca de alimento, precisamente ingresó a campos dedicados a la cría de ganado. Criticó la falta de un protocolo formal para manejar ese tipo de situaciones y dijo que “la respuesta a las depredaciones hasta el momento ha sido inadecuada”.
En diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, Lodeiro, aclaró que en lugar de hablar de “ataques” del yaguareté debe entenderse que son “depredaciones”, ya que el yaguareté caza para alimentarse.
Criticó la ausencia de un “protocolo formal” para manejar estas situaciones y enfatizó que “la respuesta a las depredaciones ha sido inadecuada porque la sancionada Ley de Grandes Felinos no condujo a un plan de conservación efectivo”.
Destacó que aunque hay un cierto grado de alerta, el yaguareté no busca atacar a las personas y que en áreas donde hay más densidad de esa especie de felino, como el Parque Nacional Iguazú, no existe registro de incidentes con humanos.
Para Lodeiro, “la coexistencia entre humanos y yaguaretés es posible, pero requiere un enfoque proactivo y organizado”.
Lodeiro remarcó que “hablamos de depredaciones porque el ataque es una acción violenta para dañar a otro y es bien humana. En los animales eso pasa muy pocas veces y es para defender territorio. En estos casos que se conocieron, el yaguareté estaba buscando alimentarse, entonces, en esa acción es que depreda una presa, en este caso perros y vacas”.
Por otro lado, dijo que “a nosotros nos gustaría ver el protocolo famoso, del que tanto se está hablando sobre qué hacer ante una situación como la ocurrida porque venimos trabajando en ese tema hace más de diez años, con una fuerte resistencia y ahora vemos que se habla de un protocolo el cual nunca vimos como Subcomisión Selva Paranaense para la Conservación del Yaguareté”.
También agregó que “esta situación de estar en alerta la consideramos un mal manejo de la situación. Siempre existió, desde la colonización, yaguaretés depredando animales domésticos, llámense vacas, perros, etc. de hecho, es la principal causa de extinción del yaguareté en el mundo, no solo en Misiones, porque la represalia natural ha sido del hombre, me come un perro o una vaca, entonces mato al yaguareté”.
Recordó Lodeiro que “en 2013 Misiones sancionó la Ley de Grandes Felinos, que dice, tenemos que armar el plan de conservación de grandes felinos: yaguareté y puma. Pero nunca se hizo el plan, esa es la verdad. Entonces ante cada situación salimos corriendo o no para hacer tal o cual cosa y no hay una respuesta que tenga una línea, no digo uniforme, porque cada caso tiene su particularidad. Entonces las respuestas tienden a generar estas situaciones de temor, de alerta, uno se entera más por los medios que por los organismos oficiales”.
En la misma línea comentó que “el yaguareté no es una especie que está buscando personas para alimentarse, para dañarla, como puede pasar con tigres, leones y leopardos en el viejo mundo. De hecho, el lugar de Argentina donde más densidad de yaguaretés hay es en el Parque Nacional Iguazú y jamás hubo un problema con un humano, sí con perros domésticos”.
Siguió, diciendo que “lo que está pasando es que la gente está avisando que el yaguareté se comió un perro, una vaca y en una zona que no es la habitual del yaguareté. Tenemos como tres grandes zonas o tipos de hábitat para el yaguareté: las ya totalmente transformadas a potreros ganaderos; otra de reservas y bosques plenos, áreas protegidas donde no hay ganadería; y la mayor de las áreas que es un intermedio, donde están las chacras, propiedades grandes y más chicas, potreros chicos, yerbal, cultivos, una diversidad de suelos donde los yaguaretés se mueven. En esta última zona es donde se juega la supervivencia el yaguareté, porque las áreas protegidas no le alcanzan, las zonas que están plenamente transformadas tampoco, solo de paso un momento”.
Lodeiro entiende que “para que haya convivencia tiene que haber, por lo menos de una de las dos partes, una acción que contemple la existencia del otro, que esa es la que puede poner el humano, porque el yaguareté va a comer lo que tenga a mano si tiene hambre, es natural. Lo que está faltando hacer de manera contundente y a gran escala es ayudar a la gente que vive en esas áreas rurales porque los yaguaretés se van a empezar a mover cada vez más allí porque hay una recuperación de la población de yaguaretés en el bloque norte de selva, no así en el sur”.
Material enriquecedor
La Red Yaguareté, lleva más de dos décadas de labor en Argentina, de los cuales casi diez años fueron dedicados a buscar probadas medidas de mitigación de depredaciones del mayor felino principalmente al ganado vacuno. Toda esa tarea está plasmada en una “Guía para la convivencia entre yaguaretés y ganadería” a la que se accede a través del sitio web y redes sociales de dicha fundación.
“Esta guía tiene el trabajo de más de diez años con experiencias comprobadas en Misiones. Compartimos allí los métodos con todos aquellos ganaderos que aún no conocemos, los que están en zonas más alejadas o los que prefieren desarrollar estas medidas por su cuenta. Para ello ofrecemos en detalle cómo implementar los sistemas que hemos diseñado y que ya conocemos resultan eficaces”, comentó Lodeiro.









