La flota de vehículos en Argentina está envejeciendo de manera preocupante. A fines de 2024, la edad promedio de los autos en circulación alcanzó los 14,3 años, superando los datos del 2023. Este aumento constante refleja un parque automotor que se vuelve cada vez más antiguo, lo que plantea importantes desafíos para el sector.
Aunque la cantidad total de vehículos creció un 1% respecto al año anterior, este crecimiento no logra revertir la tendencia del envejecimiento. Incluso al considerar solo los autos fabricados en los últimos 20 años, la edad promedio subió a 9,8 años, frente a los 9,5 años del período anterior. Esto indica que la renovación del parque automotor es insuficiente para mantenerlo joven.
El envejecimiento se debe en parte a la dificultad para incorporar vehículos nuevos. Según la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC), para sostener la edad promedio actual sería necesario sumar 1.100.000 autos nuevos por año, una cifra muy difícil de alcanzar en el contexto económico actual. Esto implica que muchos autos circulan más tiempo del ideal.
Esta prolongada vida útil de los vehículos tiene consecuencias en varios aspectos, como la seguridad, la tecnología y el impacto ambiental. Autos más viejos suelen carecer de las últimas innovaciones en seguridad y eficiencia, lo que afecta la calidad del parque automotor y la experiencia de los usuarios.

Paralelamente, la composición del parque refleja cambios en los tipos de motorización. Los autos a nafta siguen siendo mayoría con un 63%, mientras que los diésel han disminuido notablemente. Los vehículos electrificados, aunque crecen rápidamente, todavía representan una porción muy pequeña del total, por lo que no influyen aún en la renovación del parque.
La concentración geográfica del parque vehicular tampoco ha cambiado: casi la mitad de los vehículos está en Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde el envejecimiento del parque también se hace sentir. En otras regiones, la antigüedad de los autos puede ser aún mayor debido a menores tasas de renovación.
El envejecimiento del parque automotor también fortalece el mercado de reposición independiente, que incluye fabricantes de autopartes, talleres y distribuidores. Este sector es clave para mantener en funcionamiento vehículos más viejos, ya que los propietarios optan por reparar en lugar de renovar.
En este marco, señalan que la dificultad para renovar la flota y la prolongada vida útil de los vehículos exigen atención y estrategias específicas para enfrentar los desafíos que plantea esta realidad para todo el parque automotor nacional.
Fuente: La Nación









