La industria del gaming móvil no para de crecer. En 2023, el gasto global en videojuegos para celular superó los 107 mil millones de dólares y representó el 63% de todo el dinero gastado en apps. Esta tendencia no solo se mantuvo en alza en 2024, sino que se consolidó aún más entre jugadores jóvenes y adultos por igual.
En América Latina, el teléfono móvil es el rey del entretenimiento digital. El 76% de los gamers en la región elige el celular por sobre consolas o computadoras. Frente a esta realidad, muchos usuarios se preguntan: ¿qué celular me conviene si quiero jugar? A la hora de comprar un smartphone pensando en videojuegos, no siempre es necesario invertir una fortuna. El mercado ofrece modelos adaptados a cada nivel de exigencia y presupuesto.
Para el jugador casual (desde $200.000)
Si el objetivo es jugar títulos simples como trivia, cartas o juegos de palabras, con mecánicas accesibles y baja demanda técnica, un celular de gama media-baja alcanza. Algunas opciones:
- Realme Note 50 – $200.000
- TCL 505 – $230.000 (4 GB RAM + 128 GB almacenamiento)
- Tecno Spark 30 Pro – $495.000 (8 GB RAM + 128 GB almacenamiento)
Estos equipos ofrecen buen rendimiento para juegos livianos y son ideales para quienes juegan ocasionalmente en sus tiempos libres.
Para jugadores exigentes (entre $500.000 y $1.250.000)
Para títulos en 3D o con mayor complejidad gráfica, se necesitan celulares con mejor procesador y pantalla de alta tasa de refresco:
- Moto G75 – $520.000
- Moto G85 – $700.000 (120 Hz y sonido Dolby Atmos)
- Galaxy A56 – $1.000.000 (pantalla brillante de 1200 nits)
- Infinix GT20 Pro – $1.250.000
Son modelos que empujan los límites de la gama media, pensados para gamers frecuentes que buscan fluidez y buena experiencia visual.
Para juegos AAA o de alto rendimiento (desde $1.100.000)
Los celulares premium están diseñados para correr juegos demandantes, como los desarrollados por grandes estudios:
- Moto Edge 50 Ultra – $1.100.000 (Snapdragon 8S Gen3)
- Xiaomi 14T – $1.650.000 (AMOLED + 512 GB + MediaTek Dimensity 8300)
- Samsung Galaxy S25 Ultra – $2.450.000 (Snapdragon 8 Elite, 12 GB RAM)
Con estos modelos no hay juego que se resista: potencia, gráficos y sonido al máximo nivel.
Más allá del celular, ciertos accesorios pueden marcar la diferencia:
- Controles físicos (tipo joystick que se ajustan al celular): desde $100.000
- Auriculares inalámbricos:
- JBL TWS Wave Buds – $70.000
- Sony WF-C510 – $89.000
- Baterías externas (10.000 mAh o más): desde $40.000
Estos elementos permiten jugar sin interrupciones, con mayor inmersión y sin tapar la pantalla con los dedos.





