Gustavo Melgarejo, delegado del Sindicato de Trabajadores de la Industria del Calzado (UTICRA) en la planta que la multinacional de zapatillas Dass, la compañía que fabrica calzado deportivo para marcas como Adidas, Nike y Fila, posee en Eldorado, expresó su preocupación por el impacto que genera la apertura de importaciones lleva adelante por el Gobierno de Javier Milei.
“La verdad que no cambió nada”, dijo en relación al escenario que en enero ya calificaban como grave. “La apertura de las importaciones, la baja de aranceles, la verdad que es algo que golpea muy fuerte al sector”, advirtió en diálogo con FM de las Misiones.
Actualmente, el pedido de producción ronda los 9.500 pares diarios, aunque según anticipó el dirigente, hacia fin de año esa cifra podría bajar a 8.000 si no surgen nuevos encargos. A pesar de esta merma, hasta el momento no se registraron cesantías.
“Lo que sí todavía no tenemos son bajas de personal”, confirmó. El plantel actual está compuesto por 470 trabajadores.
Melgarejo explicó que la empresa hace un esfuerzo por sostener el empleo, pero advirtió que ese compromiso podría no extenderse por mucho tiempo. “Yo no sé cuánto tiempo podría llegar a sostener a los trabajadores en su totalidad dentro de la planta”, planteó. La estabilidad, reconoció, está asegurada solamente hasta fin de año.

En este contexto, el representante sindical describió un clima generalizado de preocupación. “La verdad que hay un panorama de mucha incertidumbre”, afirmó. A su entender, la política del Gobierno nacional “está haciendo muchos estragos”, no solo en Eldorado, sino en todo el país. Recordó que el sector llegó a contar con más de 20.000 afiliados, mientras que hoy no alcanza los 7.000.
Consultado sobre los motivos que lo llevan a prever una posible reducción del personal, fue tajante: “Por la política del Gobierno nacional. Es prácticamente eso”. Según explicó, Dass también importa zapatillas terminadas y, con la quita de aranceles, “obliga a empresas como la nuestra o a fábricas de calzado” a inclinarse por ese camino para no perder competitividad.
Con la caída de 2.500 pares diarios en la producción, Melgarejo estimó que podrían perderse unos cien puestos de trabajo. “Cada línea de producción tiene 30, 35 personas”, precisó.
El sindicalista recordó que en 2023 la empresa despidió a 700 personas en Coronel Suárez, lo que para él es una señal de alarma: “Tranquilamente podríamos haber sido nosotros”. Destacó que durante la gestión de Alberto Fernández, con el peronismo, la producción y el empleo comenzaron a recuperarse. Sin embargo, consideró que la llegada de Javier Milei al poder modificó el rumbo.
“Cuando nosotros vimos o vemos ya un candidato como Milei que dice lo que va a hacer y de esa manera tan brusca, uno entiende que eso podría llegar a costar los puestos de trabajo de los compañeros”, acotó.
A pesar del panorama, subrayó que la firma continúa cumpliendo con sus obligaciones: “Nunca se pasó ni siquiera un solo día del día de cobro y mucho menos tocaron los aguinaldos, vacaciones”.
Melgarejo no descartó tomar medidas si la situación se agrava, aunque expresó su escepticismo sobre la repercusión que eso pueda tener a nivel nacional. “Imagínense si estos tipos reprimen a los jubilados, le sacan la medicación a los discapacitados, ¿qué le importa a 470 trabajadores en la zona norte?”, lanzó.
Por último, el sindicalista valoró el acompañamiento de las autoridades provinciales: “Siempre tuvimos el acompañamiento de la ministra de Trabajo (Silvana Giménez) ”, reconoció. En contraste, aseguró que “a nivel nacional, la verdad que el panorama es muy oscuro”. Y agregó con impotencia: “Saber que 470 familias podrían llegar a quedarse sin trabajo, y al Gobierno nacional sabemos que no le va a tingar, ¿no? Ni siquiera le va a afectar en lo más mínimo”.





