Con la llegada del frío, es común sentir más hambre o el deseo de comidas más calóricas. Sin embargo, esto no siempre significa que el cuerpo necesite un gran aumento en la ingesta de calorías. Así lo explicó la licenciada Karina González, nutricionista, en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones.
González aclaró que, aunque el organismo activa un proceso llamado termogénesis para producir calor, esto se compensa con el uso de abrigo y los ambientes calefaccionados. Por lo tanto, el aumento en las calorías debe ser leve y siempre dependerá de factores como la edad, el sexo y el nivel de actividad física de cada persona.
“Podemos incorporar alimentos un poco más calóricos, pero no es necesario excederse. Si uno está más tiempo en espacios cerrados, con temperatura controlada, no se justifica comer como si estuviéramos expuestos todo el tiempo al frío”, explicó.
Entre los alimentos recomendados para esta época, destacó los guisos, sopas, estofados, infusiones calientes como té, mate cocido o café. “Estas comidas ayudan a mantener el calor corporal y son ideales en esta temporada, aunque deben prepararse de forma saludable”, señaló. En ese sentido, sugirió evitar el exceso de aceite, panceta o chorizo, y optar por versiones más livianas de estos platos típicos.
Además, recordó la importancia de incorporar frutas de estación como naranja y mandarina, ricas en vitamina C, que ayudan a fortalecer las defensas frente a resfríos y gripes.
Otro punto importante que destacó fue el consumo de alcohol en invierno. “Existe la creencia de que tomar alguna bebida blanca ayuda a entrar en calor, pero el efecto es temporal y, en realidad, el alcohol deshidrata”, advirtió. Por eso, recomendó optar por bebidas calientes como chocolate amargo, café o té, que realmente contribuyen a mantener la temperatura corporal.
En cuanto al chocolate caliente, aconsejó elegir las versiones más amargas y con menor procesamiento industrial. “Cuanto menos azúcar y menos ingredientes agregados tenga, mejor”, indicó.
Finalmente, González recordó que la cantidad también importa: “Si el plato es más calórico, simplemente hay que moderar la porción. Se puede disfrutar de un guiso de lentejas, por ejemplo, pero sin abusar de los ingredientes más grasos y sin hacer el salteado previo con mucha grasa”.





