El Hogar Santa Teresa del Niño Jesús de Oberá, uno de los tres hogares para personas con discapacidades fundados por el padre misionero Guillermo Hayes que hoy funcionan bajo la órbita de la Fundación que lleva su nombre, cumplió 32 años.
Fue en 1993, cuando este religioso irlandés que desembarcó en Misiones y trabajó como capellán en el Hospital de Oberá buscó dar contención a las personas con discapacidades en situación de abandono. La obra de Hayes creció a la par de la necesidad social y de la ayuda económica que, por ese entonces, llegaba desde Europa. Fue así que poco después abrió sus puertas el Hogar Virgen de Luján para ancianos abandonados en la localidad de Guaraní (que en 2023 se fusionó con el hogar de Oberá para reducir costos), el Hogar Espíritu Santo para chicos con discapacidades intelectuales y otras patologías que no tienen contención familiar, el Jardín Bíblico y Centro de Equinoterapia.
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, la asistente, supervisora y quien trabaja desde sus inicios en el hogar, Claci “Julita” Petry, recordó que en sus tiempos como capellán “entre confesiones e idas y venidas al hospital, vio mucha gente durmiendo en los pasillos, en los bancos y se dio cuenta que eran personas de la calle, mendigos, Y sintió la necesidad de hacer algo por ellos; y así formó una Pastoral de la Salud muy sólida que empezó a trabajar con él y ahí surgió la idea de crear un Hogar para que esa gente que no tenía dónde estar, ni familiares pudieran tener un refugio, un lugar para ellos. Así empezó el hogar Santa Teresita hace 32 años”, recordó.

“Las personas que llegan a los hogares están todas judicializadas. El juzgado es el que deriva a los chicos, a los ancianos, a las personas que no tienen recursos, ni una familia que las contenga. El juzgado nos manda la solicitud y los hogares vemos las posibilidades de albergarlos, en la actualidad tenemos un total de 49 residentes repartidos en los tres hogares”, detalló.
“No pasamos el mejor momento”
Hay medio centenar de personas que trabaja en las cinco instituciones de la Fundación Hayes y, pese a que “el Estado nos ayuda con el tema de los sueldos de los asistentes, además de la medicación y pañales para los residentes y la comunidad colabora un montón con mercaderías, calzados y ropas”, la supervisora admitió que la Fundación “no pasa por su mejor momento”.
Según detalló, “la luz aumentó terriblemente, el gas, el combustible. Todos sabemos que todo está por las nubes y en este momento estamos en naranja, casi rojo”.
Detalló que, solo en alimentos, hay que tener en cuenta que los residentes de los tres hogares reciben desayuno, almuerzo, merienda y cena. “Entonces, estamos hablando de un margen bastante grande en lo que es carne, mercaderías, insumos para la limpieza. Son números importantes”, remarcó.
Pese a la descripción de la complicada situación actual, esta reconocida integrante del Hogar Santa Teresa destacó “el apoyo permanente de la comunidad, gracias a Dios hay gente muy solidaria. Vienen, traen mercaderías, productos de limpieza; pero lamentablemente no alcanza”.
Únicos en el país
Petry destacó con orgullo la singularidad de los hogares del Padre Hayes, “cuando hablamos del Hogar Santa Teresa, no estamos hablando solo de un hogar obereño, sino que más bien de un hogar único a nivel provincial y nacional. Contamos con tres turnos de asistencia, médicos, psiquiatras, enfermeros y un equipo multidisciplinario importante y atento las 24 horas”, destacó.
Este nivel de atención es necesario “porque contamos con residentes con patologías complejas que, en algunos casos, no tienen autonomía para ir al baño o comer (al 60% tenemos que alimentarlos por boca), tenemos chicos con sonda y también muchos que usan pañales”, detalló.
Confió además que el trabajo que realizan es muy valorado y respetado por la sociedad “los que vienen y nos conocen, salen sorprendidos realmente de lo que se hace acá”.





