La canción “Lokura”, incluida en el último álbum de Lali Espósito, “No vayas a atender cuando el demonio llama”, se convirtió en uno de los temas más comentados del año, no solo por su impronta rockera sino por la historia real que la inspira. Lali sorprendió al revelar públicamente que el tema está dedicado a Pablo “Locura” Villanueva, un reconocido barrabrava de Huracán y su “primer amor platónico” de la infancia.
En entrevistas recientes, la artista confesó que creció en Parque Patricios, a pocas cuadras de la cancha, y que “Locura” era un personaje mítico del barrio, alguien que generaba respeto y miedo, pero que para ella era “un bombonazo” y “el Brad Pitt del barrio”.
En sus declaraciones, Lali relató que, siendo apenas una niña, sentía una fascinación inocente por ese joven que lideraba la barra y era admirado y temido por todos. “Era un barra muy peligroso y a la vez muy amoroso. Muy personaje de barrio, si se tiene que cagar a trompadas se caga a trompadas y si tiene que defender a los suyos lo hace”, contó la cantante, quien también lamentó que Villanueva falleciera antes de poder escuchar la canción que le dedicó. “Me apena de verdad, porque me entusiasmaba la idea de que él sepa”, expresó.
La vida de “Locura”
La vida de Pablo Villanueva fue tan intensa como trágica. Nacido en el seno de una familia de clase media, desde joven se sintió atraído por la vida de tribuna y la barra de Huracán. Su rebeldía lo llevó a abandonar la escuela y, tras una pelea familiar, a vivir en un colectivo abandonado cerca del colegio Bernasconi. En ese entorno, se involucró con otros barras y terminó cayendo en la delincuencia, participando en robos y salideras bancarias, lo que le permitió acceder a lujos pero también lo puso en la mira de la policía.
El punto de quiebre llegó en 1997, cuando durante un intento de robo fue baleado por la policía y quedó parapléjico. Tras once meses de recuperación, Villanueva volvió a la tribuna de Huracán en silla de ruedas, donde fue recibido por sus compañeros de barra y se consolidó como un símbolo del club, una leyenda en Parque Patricios.
A pesar de su pasado turbulento, Villanueva encontró una nueva oportunidad en el amor y la familia. Se enamoró de otra hincha de Huracán, formó una familia y, aunque nunca dejó de ser “Locura” para el barrio, intentó reencauzar su vida. Su muerte, el 20 de diciembre de 2024, fue despedida por todo el barrio y, gracias a la canción de Lali, su historia trascendió las fronteras de Parque Patricios para llegar a los oídos del mundo entero, generando amor, polémica y memoria.
Fuente: Infobae