Pocas cosas son tan molestas como salir de la ducha y envolverse en una toalla que parece una lija o que desprende ese típico olor a encierro. Con el tiempo, los tejidos acumulan restos de detergente, minerales del agua e incluso bacterias, lo que provoca la pérdida de suavidad y frescura. Sin embargo, un truco casero que se volvió viral en redes promete devolverle vida a las toallas sin necesidad de tirarlas ni gastar en productos caros.
La clave está en combinar algunos ingredientes simples y modificar ligeramente la forma habitual de lavado. El resultado: toallas suaves, perfumadas y libres de hongos o suciedad. El método, compartido por un influencer especializado en limpieza, revolucionó a quienes buscan alternativas prácticas y económicas.
Lo mejor es que esta técnica no requiere ni suavizantes ni artículos costosos. Solo hace falta vinagre blanco, percarbonato de sodio y prestar atención a algunas pautas básicas de lavado y secado.
El paso a paso para dejar las toallas como nuevas
El procedimiento se puede realizar cada tanto para “rehabilitar” las toallas viejas o, directamente, incorporarlo como rutina de cuidado:
1. Remojo con vinagre:
Sumergir las toallas en un balde con agua tibia, agregando una taza de vinagre blanco cada 5 litros de agua. Dejar en remojo al menos una hora para que el vinagre elimine residuos y bacterias.
2. Lavado con percarbonato de sodio:
Colocar las toallas en el lavarropas con una cucharada de detergente y 30 gramos de percarbonato de sodio (no confundir con bicarbonato). Usar un ciclo corto a 40 grados.
3. Secado correcto:
Sacudir bien las toallas y colgarlas a la sombra, dándolas vuelta cada dos horas. Si se utiliza secarropas, se recomienda agregar cuatro o cinco pelotas de tenis limpias para evitar que se apelmacen.
El resultado es inmediato: las toallas recuperan su textura original y un aroma fresco que se mantiene durante días.
Un detalle importante es evitar el uso de suavizantes. Aunque parecen una solución rápida, a largo plazo solo agravan la acumulación de residuos en los tejidos. En cambio, el percarbonato de sodio —también conocido como peróxido de hidrógeno sólido— actúa como un potente limpiador y blanqueador natural. Se consigue fácilmente en tiendas especializadas o por internet.
Así, con productos accesibles y algunos simples cambios, es posible prolongar la vida útil de las toallas y ahorrar en las compras del hogar.