Ocho días después que encontraran asesinado al cabo de Policía Leonardo Mauricio Miñarro (33) en un sector del Aeroclub de Eldorado, la justicia ordenó detener a un hombre sospechado de ser el entregador. La última novedad del caso se conoció ayer con la orden de liberar a este individuo, aunque seguirá supeditado a la investigación por el crimen.
Este Diario pudo saber que la jueza de Instrucción 1 de Eldorado, María Laura Rodríguez, le otorgó la excarcelación al sospechoso, de 35 años, luego de fijarle una caución real cercana a los tres millones de pesos.
Este encartado ya tenía antecedentes por tráfico de estupefacientes (Ley 23.737) y contrabando (Ley 22.425). Lo habían aprehendido luego que la pesquisa detectara que habría sido el encargado de realizar una labor puntillosa de inteligencia, como ser identificar guardias y tomar imágenes del predio del destacamento de la División Infantería de la Unidad Regional III, en el kilómetro 1 de Eldorado, donde habrían intentado robar armas de los uniformados y demás elementos que Miñarro custodiaba.
Precisamente aún no se pudo confirmar ni descartar que existió el robo de armas que estaban en ese predio lindante al aeroclub, puesto que no existía un inventario detallado de las mismas.
Pero la principal hipótesis que maneja la justicia es que el cabo Miñarro fue sorprendido por delincuentes que lo mataron cuando fueron al sitio con la intención de robar una avioneta.
Se cree que el suboficial oyó ruidos, fue a ver y le dispararon dos veces. Uno fatal que le dio en el pecho y el otro que llegó a rozarle un brazo.
Presumen que el hecho ocurrió entre la noche del domingo 29 y la madrugada del 30 de diciembre pasado. Estaba de civil, sin remera, short y ojotas cuando aparentemente salía de darse una ducha.
Oportunamente también se tejió la hipótesis que el cabo vivía en el predio. Respecto al personal asignado, debían ser tres por guardia. Esa noche el jefe de la División Infantería UR-III dejó la base para ir a un operativo de control. Luego volvió, cenaron, pero el subcomisario se retiró. El otro camarada que debía estar allí, directamente no estaba. Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, el efectivo se encontraba de adicional en otro lugar.
A pocos metros de allí residían un hombre y una mujer, pero ninguno oyó disparos. Tampoco detectaron huellas de vehículos.
En un principio se habló que Miñarro fue víctima del ataque de un grupo comando pero esto fue descartado. Aún no se sabe quién es el autor.