El 11 de abril de 2024, cinco adolescentes abordaron el Peugeot 207 de uno de ellos para llegar a las clases de educación física.
Tomaron la costanera posadeña a alta velocidad (la pericia policial refirió más de 93 km/h) y el conductor –Tomás Mieres, de 17 años en ese momento- no logró maniobrar en una rotonda, provocando el vuelco del vehículo.
Antes de volcar, el auto impactó contra una camioneta Hyunday que estaba estacionada en las cercanías.
Luca Ceballos y Juan Cruz Martínez, ambos de 17 años, junto a un tercer pasajero tuvieron lesiones graves. Por esta razón, fueron hospitalizados en el Madariaga y durante seis días se volvió incesante el paso de compañeros y seres queridos para acompañar a los padres.
Hubo varias convocatorias a oración por la recuperación de Luca y Juan Cruz pero, el 17 de abril por la mañana y en cuestión de minutos de diferencia, ambos fallecieron por fallas orgánicas provocadas por los golpes sufridos.
La causa judicial en la que fue imputado Mieres se caratuló entonces “doble homicidio culposo y lesiones culposas graves (dos hechos) en accidente de tránsito en concurso ideal”, art. 84 bis -segundo párrafo- y 94 bis -segundo párrafo- en función del art. 54 del Código Penal.
Más allá del expediente judicial, la Municipalidad de Posadas decidió colocar varios reductores de velocidad en la zona del siniestro vial, donde al momento del hecho no había tampoco cámaras de
control de seguridad.
Desde el fallecimiento de los estudiantes, en su curso del colegio Santa María se buscó contener a sus compañeros, que se fueron expresando de diferentes maneras para recordarlos. En un par de oportunidades, Mieres intentó regresar a clases con su curso y se produjeron incidentes, que obligaron a las autoridades del Instituto a mediar con clases virtuales para que el adolescente no pierda su año lectivo.
En la Estudiantina 2024 fueron varios los colegios que decidieron realizar un homenaje en su paso por la costanera a Luca y Juan Cruz con carteles alegóricos. Los familiares de ambos fueron organizando en la zona de El Brete una serie de actividades solidarias con los compañeros de curso de Ceballos y Martínez, que convocaron a muchas personas.
A mediados de diciembre del año pasado, Tomás Mieres firmó una pena de tres años de prisión en suspenso y diez años de inhabilitación para conducir cualquier tipo de vehículo a motor.








