La fe mueve montañas, pero también a los biciperegrinos, quienes bajo una torrencial lluvia elevaron su determinación y esfuerzo al máximo para completar la 44° peregrinación. Los ciclistas llegaron hasta los pies de la Virgen de Itatí empapados de agua, pero con el corazón lleno de amor y satisfacción por completar los casi 270 kilómetros que separan a Posadas de esa ciudad correntina.
El camino no fue fácil, porque la travesía por la ruta Nacional 12 comenzó con la temperatura por encima de los treinta grados y con el asfalto caliente, el calor se sintió mucho. Aunque, nada de esto importó a los ciclistas que en el atardecer del viernes llegaron a Itá Ibaté para pasar la noche, no sin antes recibir la primera bendición de la Virgen: unos 15 kilómetros antes de llegar se largó una lluvia torrencial que, incluso, dejó sin luz a toda la ciudad.
Los biciperegrinos y sus acompañantes en los autos retomaron el camino rumbo a la Basílica alrededor de las 4.30 de este sábado. Esta vez, todo el segundo día del recorrido fue bajo una torrencial lluvia y también así fue el recibimiento de la Virgen de Itatí al grupo de ciclistas que tuvieron a la fe como su principal bandera.
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La mayor parte de los fieles llegaron a Itatí cerca del mediodía, pero hubo muchos que lo hicieron un par de horas antes. En el ingreso a la pequeña ciudad, que son de nueve kilómetros, se pudo a ver a un montón de acompañantes caminar rumbo a la Basílica para “agradecer por todas las bendiciones recibidas” y, además, para pedir que la Virgen los siga cubriendo con su manto ante las adversidades diarias.
Se suspendió la serenata
Por las inclemencias climáticas fue suspendida la tradicional serenata de medianoche para celebrar el inicio del día de celebración de la Inmaculada Concepción de María, que se realiza en la explanada de la Basílica y frente a la plaza central.
Como todos los años, estaba previsto que actúen varios artistas chamameceros para homenajear a la Virgen y a los peregrinos que pedalearon durante los últimos dos días.