El crecimiento de los juegos de apuestas online entre los niños, adolescentes y jóvenes es un problema social que atraviesa a las familias y las escuelas, pero del que se disponían pocos datos certeros con peso estadístico.
En este contexto, las autoridades del Instituto Provincial de Estadística y Censos (IPEC), junto a la Defensoría del Pueblo de Posadas y el Instituto de Lotería y Casinos (IPLyC) presentaron ayer los resultados de la primera encuesta realizada en la capital misionera sobre juegos de apuestas en adolescentes con datos reveladores: el 36% de los adolescentes participó o participa en estos juegos.
La encuesta realizada a estudiantes secundarios de 12 a 21 años de esta ciudad reveló que el 11,7% juega en la actualidad en espacios de apuestas virtuales y un 24,8% jugó en algún momento pero no lo hace en la actualidad.
“Es decir que 1 de cada 3 estudiantes apostó en línea alguna vez. Otro dato revelador es que 2 de cada 5 adolescentes apostaron por primera vez cuando tenían entre 10 y 14 años… el 41,3% de los encuestados que participan en juegos de apuestas tienen entre 10 y 14 años y el 21,5% tiene menos de 10 años”, detalló Carolina Ocar del Instituto Provincial de Estadística y Censos.
Estudio interinstitucional
Ayer, la defensora del pueblo de Posadas, Valeria Fiore, contó que se involucraron en este tema “a partir del pedido de una familia y de una institución educativa, a partir de ahí empezamos a investigar y nos conectamos con el IPLyC que ya estaba trabajando en la temática y vimos con el equipo que faltaban datos certeros sobre la situación para elaborar una política pública basada en evidencia. Fue entonces que nos acercamos al IPEC, cuyo equipo se sumó inmediatamente. Formamos una mesa en la que participó el Ministerio de Educación porque la entrada a este universo es la escuela”. El inicio del trabajo comenzó en mayo de este año.
Recordó que existe muy poca evidencia científica sobre el tema, “hay una encuesta nacional que se realizó sobre una muestra de 8.000 personas… para que podamos dimensionar, nuestra muestra está integrada por 4.337 estudiantes secundarios entre 12 y 21 años de Posadas de 20 escuelas públicas y privadas”, destacó.
Por su parte, la directora ejecutiva del IPEC, Silvana Labat, recordó que Misiones tiene la población más joven del país y abogó por el cuidado de la misma “tenemos que ocuparnos y para abordar un problema social es necesario conocer la dimensión de ese problema”.

Los resultados
La encuesta -una de las pocas realizada en el país sobre esta problemática- reveló que el grupo etario que más participa es el de 15 a 17 años y la modalidad de preferencia es la de apuestas de juegos online: las deportivas concentran el 61,5% de las apuestas y la ruleta 57,5%.
En tanto, entre este 11,7% de estudiantes que apuesta en la actualidad, “1 de cada 4 adolescentes (24,3%) manifestó apostar todos los días y en una proporción similar, el 14,4% dijo que lo hace con una frecuencia de una vez por semana y el 9,5% una vez por mes”, detalló Ocar.
Casi la mitad de los adolescentes dice dedicar una hora o menos por semana a los juegos de apuesta, pero un dato a tener en cuenta es que hay un 29% de estudiantes que le dedica 1 a 3 horas y 21,6% le dedica más de cuatro horas semanales.
El 57,2% de los adolescentes indicó que utiliza para apostar el dinero que recibe de su familia, “lo que no significa que los familiares le dan dinero para este fin, sino que les facilitan este dinero que puede ser para comprarse alimentos u otros gastos”.
En tanto, la mayoría de los encuestados dijo que usa menos de 3.000 pesos por semana en los juegos de apuesta pero al menos un tercio apuesta un promedio de 6.000 pesos o más semanales.
¿Por qué apuestan?
Al menos 1 de cada 3 adolescentes dijo que buscan los juegos de apuesta porque les resultan divertidos, emocionantes y una forma de ganar dinero.
Además, 1 de cada 3 encuestados admitió haber aumentado recientemente la cantidad de dinero y tiempo que destina a apostar. El estudio midió también el nivel de dependencia emocional al juego: 1 de cada 4 adolescentes (24%) expresaron sentir irritabilidad al momento de dejar el juego o luego de pasar varios días sin jugar, mientras que el 76% restante dijo no sentir irritabilidad.
En cuanto a la capacidad de controlar el juego, pudiendo pasar muchos días sin apostar sin sentir la necesidad de hacerlo, “un 22% intentó controlar el juego pero no lo logró y un 30% no intentó controlar el juego, es decir más de la mitad de los adolescentes no logra controlar el juego o no siquiera intenta hacerlo”, observó Ocar. En tanto, el 48% restante expresó controlar la situación.
El 26% contó quesufrieron consecuencias
Los adolescentes dieron cuenta además del impacto que sufren como consecuencia de los juegos de apuestas. “Más de un tercio de los encuestados (26,3%) dijo que los juegos de apuestas le generaron algún tipo de consecuencias: el 37,6% problemas económicos, 19,6% problemas físicos y emocionales, 19,2% problemas en el rendimiento escolar, 16,8% problemas familiares”, detallaron.
Y un dato no menor que surge de la encuesta: 1 de cada 7 estudiantes (14,4%) que apostaron admitió necesitar ayuda debido a su conducta con estas apuestas. Y manifiesta haber considerado el suicidio o la autolesión como consecuencia de esta actividad.
“Necesitamos unaherramienta legal nacional”
El presidente del IPLyC, Héctor Rojas Decut, señaló que “no tenemos leyes sobre apuestas en línea en Argentina pero sabemos que hay varios proyectos en la Cámara de Diputados y de Senadores y es posible que en estos días se apruebe una ley que tiene sus reparos, pero necesitamos una herramienta legal de orden nacional que nos brinde herramientas a las instituciones judiciales, al banco central, etc”.
Destacó además la importancia de contar con “datos precisos y certeros” del juego de apuestas en adolescentes en Posadas, “esto nos permite ratificar e intensificar las acciones que venimos realizando para combatir este problema social. Trabajamos en la concientización, la visibilización del problema que nos permita un pensamiento crítico a todos. Desde el IPLyC trabajamos hace muchos años en lo referente a juego responsable desde la mirada de la industria del juego y con los usuarios para abogar por un juego saludable”.
Rojas Decut señaló que en los últimos años hicieron hincapié en la capacitación y concientización sobre el uso excesivo de las pantallas y las consecuencias que eso tiene. “Este año capacitamos a más de 7.000 alumnos en 34 jurisdicciones, hicimos más de 400 denuncias de juego ilegal, logramos una certificación de juego responsable de la Asociación Mundial de Loterías en niveles dos. Queremos intensificar estas tareas para el año que viene, hay mucho por hacer en lo que refiere a capacitación. El IPLyC tiene en su página web herramientas destinadas a docentes, alumnos, tutores y padres para alertar, prevenir y capacitarlos en el tema… queremos ampliar esto no solo con los establecimientos educativas sino también llegar con estas capacitaciones a los municipios y descentralizar nuestra tarea en forma articulada con los municipios”, destacó.
El primer celular
El teléfono celular es la principal vía de acceso a los juegos de apuestas para los adolescentes. Por ello, este dato, unido a la edad en que los encuestados dijeron haber recibido su primer celular revelan una arista del problema social.
El estudio arrojó que cerca de un 34% obtuvo su primer celular entre los 7 y 10 años, y casi el 58% después de los 10 años; y más del 80% manifestó hacer uso de los mismos sin límites o restricciones por parte de sus padres, madres o tutores responsables.
Asimismo, cabe destacar que, 1 Además, cuando se le consultó a los adolescentes sobre su percepción del uso de los celulares por parte de sus padres, 1 de 4 adolescentes considera que su madre, padre o tutor utiliza en exceso los dispositivos tecnológicos.
Estos resultados invitan a reflexionar sobre la importancia de trabajar acerca de los buenos usos de las tecnologías, abriendo espacios para el diálogo sobre los riesgos a los cuales pueden estar expuestas las poblaciones vulnerables, como los adolescentes, con el fin de promover la prevención del consumo de apuestas.