Estudiantes de la cátedra de Comunicación 1 de la carrera de Comunicación Social de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) realizaron una jornada solidaria en el barrio Manantiales como cierre de un ejercicio académico que combinó planificación, gestión y responsabilidad social.
La propuesta, que incluyó juegos, actividades recreativas, donaciones de todo tipo y una merienda, tuvo como objetivo aportar alegría a los niños que asisten al comedor Manantial de Vida y visibilizar la realidad que atraviesa la comunidad. Según explicó Agustina Komjati, parte del equipo de cátedra, el proyecto consistió en que los estudiantes desarrollaran una campaña de comunicación con fines sociales.
“Primero definieron su público y objetivos, luego realizaron un relevamiento en el comedor para identificar sus principales necesidades y, a partir de ello, diseñaron una campaña que incluyó piezas gráficas, videos, reels y la creación de un perfil de Instagram para la cátedra”, señaló.
Gestión y compromiso
La campaña de donaciones se extendió por varias semanas e incluyó la participación activa de los estudiantes, quienes recolectaron más de 50 kilos de harina, 20 paquetes de fideos, polenta y garbanzos, además de alimentos como conservas, azúcar y leche. También se donaron numerosas bolsas de ropa para mujeres, niños y adolescentes, que fueron clasificadas y lavadas antes de entregarse en un ropero solidario organizado en el comedor.

El cierre del proyecto fue la jornada recreativa que se llevó a cabo el sábado 16, en la que participaron más de 50 niños. “Fue una tarde maravillosa, los chicos disfrutaron de juegos didácticos, pintura, deportes y un stand de glitter. La merienda incluyó bizcochuelos, medialunas, jugos y gaseosas, todo gracias a las donaciones y al trabajo de los estudiantes”, agregó Komjati.
Miriam, encargada del comedor Manantial de Vida, expresó su gratitud por el impacto de la jornada: “Hemos recibido muchísimas donaciones, ropa, calzado y víveres secos, pero también la alegría de los chicos que disfrutaron de la tarde. Esto es de suma importancia para nosotros y visibiliza la problemática que enfrentamos diariamente. Estoy muy agradecida con estos estudiantes por su compromiso”.
Reflexión y aprendizaje
El proyecto no terminó con la entrega de donaciones. Los estudiantes deben presentar un informe académico que reflexione sobre su experiencia, vinculando la práctica con los conceptos teóricos abordados en la cátedra. “Más allá de la gestión y la jornada solidaria, esta experiencia les permitió entender el rol de la comunicación como una herramienta para transformar la realidad”, concluyó Komjati.
La actividad dejó una huella tanto en los niños del barrio como en los futuros comunicadores, quienes aprendieron que su profesión puede ser un puente para conectar, ayudar y generar cambios positivos en la sociedad.
