Un fin de semana a pura emoción, alegría y, sobre todo, nostalgia, fue el que se vivió en el estadio de Sportivo Eldorado, en el marco de “El Reencuentro, 20 años de la Unión de Clubes”, que reunió a las glorias de la “U” y de Huracán de Montecarlo, en lo que fue la reedición de aquel recordado clásico de comienzos de siglo.
Y es que las figuras de aquel histórico equipo encabezado por Walter Ziegler volvieron a juntarse tras dos décadas, para celebrar también el 87° aniversario de Sportivo y, además, el 105° cumpleaños de Eldorado.
Con el rosarino Martín Morel -ex jugador de Tigre, Deportivo Cali y All Boys, entre otros- a la cabeza, Unión saltó al césped del kilómetro 6 con aquella recordada pilcha auriazul. El equipo estuvo conformado, entre otras tantas glorias, por Fabián Balmaceda, Patricio Del Vecchio, Luis Caballero, Sergio Acosta, Blas Maidana, Gabriel Flores y Carlos “Tihín” Ríos. Enfrente, en el Globo montecarlense, volvieron a ponerse los cortos referentes históricos como Roberto Geck, Roberto Müller, José “Koki” Allou, Eduardo “Chori” Sosa y Renzo Widmann.
El resultado fue lo de menos, apenas anecdótico. Y es que el match dejó momentos enormes, como la espectacular atajada del intacto Geck ante un tiro libre de Morel. Al final de cuentas, el fútbol esta vez fue una excusa para volver a encontrarse.
“Volver a juntarnos después de tanto tiempo generó muchas emociones. Estuvieron casi todos los muchachos de aquella época, inclusive integrantes del cuerpo técnico y dirigentes”, le dijo a EL DEPORTIVO el propio Morel, quien no ocultó la emoción: “Mirá que yo no soy de ‘lágrima fácil’, pero el cariño que me brindaron desde que llegué me movilizó totalmente”.
Todos dijeron presente en la cancha para el reencuentro. Y también los que ya no están, pero siguen presentes en el recuerdo. “Volver a esta ciudad y a esta cancha me trajo muchos recuerdos, ya que acá fue mi primera experiencia fuera de Rosario. Lo primero que se me vino a la mente fueron dos personas que ya no están con nosotros: José María Parrachini, quien me trajo acá; y Hugo Guerrero, un gran compañero y excelente jugador, cuyo hijo estuvo en el homenaje y verlo me generó muchísima emoción”, admitió Morel.
Tras aquellos años de gloria junto a la redonda, cada uno de los presentes siguió su camino. Morel, por ejemplo, se volcó al agro: “Ahora estoy abocado a varios emprendimientos que no tienen nada que ver con el fútbol, tengo máquinas cosechadoras y estamos a full con eso, disfrutando de la familia todo lo que no pude disfrutar debido a mi carrera. Hace dos meses volví a jugar con el Senior de Tigre, así que también yendo cada tanto a Buenos Aires”.
Por último, el explayer rosarino volvió a subrayar el enorme afecto que recibió por parte de los eldoradenses. “El cariño que recibí acá fue formidable, tengo que agradecer a todo Eldorado por cómo me trató desde que llegué, y felicitar también a los que hicieron posible este reencuentro, a los que vinieron de lejos, a la gente de Montecarlo. Fue muy lindo volver a verlos a todos. Gracias a todos, ojalá pronto podamos volver para estos lados”, cerró el enganche.
Más allá de la nostalgia y el reencuentro, la cita también tuvo un trasfondo solidario, ya que sirvió para colaborar con el pequeño Lázaro López.