No hubo ni hay gobierno que repare tanto daño. Por nombrar nada más que los últimos tres, los jubilados vienen perdiendo poder de compra hace siete años (lo que abarca a Mauricio Macri, Alberto Fernández y Javier Milei)… y lo hacen en un orden del 45%. Incluso los que cobran el ya licuado bono de 70 mil pesos llevan perdidos seis puntos del poder de compra por encima del 45% aludido al principio de esta columna.
Bajo esas condiciones es que hoy están incluso por debajo del subsuelo. La nueva movilidad jubilatoria que votó el Congreso les daba al menos una pequeña recuperación de 8 puntos, pero el veto presidencial se llevó hasta eso.
El Gobierno argumenta que la nueva movilidad rompería el equilibrio fiscal, es decir, darle entre 18 y 20 mil pesos a los jubilados de la mínima era imposible. Si así fuera, entonces cabe advertir que este país es inviable más allá de lo que pueda “reparar” este Gobierno. La clave para explicarlo es que un tercio del ajuste actual pasa por las jubilaciones y, si se dejara de recortar en ese sector, se pondría en riesgo esta suerte de “guerra santa” del oficialismo por exhibir un superávit que resulta abiertamente pírrico.
A la vista de todos el Gobierno bajó 35% el gasto previsional… la motosierra funcionó perfecta sobre los que menos tienen y protegió a los que más tienen y ganan con el modelo. Para explicarlo es clave el pensamiento que días atrás esgrimió el diputado nacional de La Libertad Avanza, “Bertie” Benegas Lynch al defender el veto presidencial.
“¿Por qué bajarles impuestos a los ricos? A los ricos los están masacrando. Y por eso también se debe a que… Este tema es también… Te aporto esta reflexión: hay que salir del dogma de que el rico es rico porque el pobre es pobre y vos sos el postergado y yo me pongo la capa del justiciero y le saco a unos para darles a otros, esto es la corrosión de la sociedad”… bueno, eso.
Así las cosas, Milei optó por perpetuar la drástica caída en general, porque el ajuste por inflación apenas repone al mes siguiente la pérdida del mes anterior. Bajo esas condiciones, hacia adelante solo se puede proyectar jubilados más pobres.
Es evidente que para el Estado la jubilación es un gasto porque se trata de un individuo que no produce. El problema con ese razonamiento es que los que hoy producen mañana serán jubilados y si esto sigue así, los que se jubilen en los próximos años cobrarán apenas el 50% del salario.
Javier Milei afirma que las jubilaciones “subieron mucho en dólares”, pero omite la otra mitad del contexto: Argentina es el país más caro en dólares de toda la región, incluso contra varios estados europeos. Tanto si me mide el poder de compra en dólares o pesos el resultado es el mismo: la curva es pronuciadamente hacia abajo.