El Mercado Concentrador de Posadas abrió sus puertas hace 12 años y desde entonces ha tenido un crecimiento sostenido. Mariela Bernardy, coordinadora del mismo, dialogó con PRIMERA EDICIÓN y recordó los inicios allá por 2012 cuando aún era productora y vendedora, destacando la importancia de los productores locales en su desarrollo.
“El mercado tuvo un crecimiento muy importante. Yo recuerdo el primer día cuando abrimos nos costaba llenar los puestos de producto, y hoy están todos los puestos de todos los sectores llenos de producción, así que para nosotros es una satisfacción haber logrado esto”, expresó Bernardy.
Los actores fundamentales detrás del éxito del Mercado Concentrador son los productores locales. “El trabajo más importante o los actores más importantes de este mercado son los productores. Sin ellos nada de esto sería posible”, afirmó, subrayando el papel esencial que desempeñan las familias agricultoras.
Además, señaló que el mercado no solo proporciona un espacio para la venta de productos, sino que también facilita la cadena de comercialización para los productores. “El Mercado Concentrador es tener una visión productiva porque para el productor es muy difícil hacer toda la cadena, es decir, producir y después comercializar, que son dos actividades muy distintas”, explicó. En este sentido, destacó que el espacio permite a los productores comercializar sus productos en condiciones adecuadas de higiene, seguridad y conservación, asegurando frescura y calidad.
Bernardy también resaltó que uno de los aspectos más valorados por los consumidores es el contacto directo con los productores. “Lo que tiene es el contacto directo con el productor, que le da un plus y califica la atención porque el consumidor se encuentra con un productor al que le puede preguntar, charlar acerca del producto, de cómo lo trajo, cómo lo sacó de su chacra, dónde tiene su producción”, explicó, agregando que este vínculo directo mejora la experiencia de compra.
Entre las ventajas, mencionó la frescura de los productos, que provienen de chacras cercanas, y la competitividad de los precios. “Acá lo que se cosecha hoy mañana está en góndola. Es muy rápido el proceso desde la logística. Además, no hay intermediarios, entonces el producto llega directo del productor al consumidor”, señaló.
El esfuerzo detrás del mercado no es menor, especialmente considerando que la mayoría de los productores pertenecen a emprendimientos familiares. “Hay una gran tarea de la familia agricultora, porque son todos emprendimientos de tipo familiar donde trabajan el marido, la esposa, los hijos, la familia ampliada”, explicó la coordinadora, destacando que ya hay una segunda generación de productores que continúan con la tradición familiar.
En cuanto al impacto económico, mencionó que aproximadamente 250 productores, tanto directa como indirectamente, nutren el mercado de productos. “El productor no está ajeno a la situación económica general y la tiene que remar para poder estar siempre con producción”, admitió, pero destacó que, a pesar de las dificultades, el mercado ha logrado fidelizar a una clientela constante.
Finalmente, Bernardy habló sobre los desafíos futuros, entre los que se destaca la capacitación de los productores y la adaptación a nuevas formas de pago. “El desafío más importante es el tema de capacitación a los productores y que se vayan alternando cada vez más a las nuevas formas de pago electrónicas para que todos puedan atender ya con todos los medios de pago”, concluyó.