Debemos tener presente siempre que el envejecimiento es deterioro progresivo a partir de los 30 años. Deseo que leas esta nota para preocuparte por la prevención así lograremos prolongar la juventud y vitalidad para disfrutar de una vida plena.
Debemos cuidar la circulación en todo nuestro organismo siendo el cerebro el órgano que más sufre, el que más sufre ante la falta de irrigación. Los síntomas: calambres, pesadez en las piernas, en la zona cardíaca palpitaciones, fatiga al correr o al subir escaleras. En al área cerebral: disminución progresiva de la memoria, mareos, zumbidos, etc.
Cuidemos el estado de nuestros huesos, para asegurar las funciones vitales y la estructura de los huesos de allí la importancia de la vitamina D, se la relaciona con la toma de sol. Generalmente no sentimos nada ante la ausencia, veamos cuáles son los síntomas de su deficiencia: fatiga, dolor muscular, dolor en las articulaciones, depresión. Como es una vitamina liposoluble se la ingiere con alimentos en el almuerzo, la fruta que contiene vitamina D, es la palta, pero consumir con banana ayuda a metabolizar mejor.
La vitamina D debe ingerirse con la vitamina K y Magnesio que mejoran su absorción, la forma de presentación es en gotas, comprimidos, ampollas bebibles. Esto es una sugerencia, pero la prescripción debe darte un profesional quien indicará el tiempo y forma de tomarla.
Amigos, el consumo de vitamina K 2, desconocida pero esencial para los huesos y bienestar de cada célula, incrementar el consumo de hojas verdes puede prevenir su déficit.
Suma a esto la actividad física, cualquiera sea tu elección y tu tiempo disponible.
Elena Cacerez Echevarria
Cosmiatra
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