Tras denuncias por hechos de robo y una patente que llegó a ser registrada por los investigadores, en la noche del domingo detuvieron a un conductor luego que el sistema de lectura de chapas detectara su presencia en la ciudad. En nuestra provincia el hombre era buscado por un robo en un local de avenida Uruguay y por el “cuento del tío” contra una mujer de 80 años.
Aproximadamente a las 20 fue emitido el alerta respecto a un Toyota Corolla color bordó que tenía pedido de secuestro, el cual había llegado hasta las inmediaciones del microcentro.
Mientras el personal del 911 lo seguía con las cámaras, personal del Comando Radioeléctrico y la División Robos y Hurtos de la Unidad Regional I, montaron un anillo de seguridad para interceptarlo.
Fue en la avenida Uruguay donde detuvieron la marcha del Toyota. Era conducido por un hombre de 66 años quien iba en compañía de una mujer, de la cual no trascendió su edad.
Tras ser informado que era buscado por la justicia, fue alojado en una celda a disposición de los jueces que tienen a cargo las respectivas denuncias.
Según se informó oficialmente, era requerido por la justicia de Chaco, por robos en la modalidad de estafa, donde se habría apoderado de dinero y objetos de valor. En esos hechos había quedado registrado que los delincuentes se movilizaban en un vehículo de las mismas características, hecho por el cual es investigado.

Respecto a los delitos que cometió en Posadas, uno de ellos fue cuando se habría hecho pasar por personal de EMSA, para abordar a su víctima en el mismo domicilio. A mediados de junio pasado, en una casa de avenida Monteagudo se presentó como empleado de la empresa eléctrica y le dijo a la mujer de 80 años que su casa tenía pérdida de energía. Le solicitó que bajara y subiera las llaves para verificar, porque de lo contrario su vivienda estaba en riesgo de incendiarse. La mujer si bien no creía lo que el hombre le advertía podía pasar, hizo lo que le decía. Luego, el sospechoso continuó hablándole y le preguntó si tenía billetes de dos mil y diez mil pesos. Le comentó que si tenían la letra “I” podían ser falsos y le insistió que los buscara. Ella tomó una caja que tenía en el living, donde tenía guardada una suma de un millón doscientos mil pesos. Cuando empezó a revisar, notó que el hombre la observaba, por lo que decidió guardar la caja.
El malhechor la hizo ir a la habitación para que se fijara si tenía luz eléctrica. En un determinado momento el hombre dejó de hablarle. En ese instante ya se había apoderado de la caja con el dinero, una billetera con documentos de la víctima para retirarse de la vivienda.
Al dialogar con la policía brindó las características físicas del autor, un hombre delgado y canoso que había llegado en un automóvil color rojo.
Una vecina de la zona notó que un vehículo Toyota color bordó con vidrios polarizados había estado por espacio de 20 minutos en la vivienda de la abuela. Por ello le prestó mucha atención a las características.
El otro hecho por el que es investigado el detenido es por el robo de una pistola automática y herramientas en un local de venta de neumáticos de la avenida Uruguay. Si bien ocurrió hace varios meses, su rostro quedó registrado por las cámaras de seguridad del local.
En esa oportunidad se apoderó de una pistola marca Wurth en la zona de taller del local. Había llegado en el mismo vehículo con el que prosiguió en su raid delictivo. Esa fue una de las claves para identificarlo y detenerlo.