Hay un hilo dorado que conecta todas las almas, una corriente de amor puro y eterno que fluye desde el corazón del Creador hasta cada ser viviente. Este hilo dorado es la esencia misma de la Conciencia Crística, una chispa divina que reside en lo más profundo de nuestro ser, esperando ser despertada.
Imagina por un momento un mundo donde cada ser humano reconoce esta chispa dentro de sí mismo y en los demás. Un mundo donde el amor, la compasión y la unidad no son ideales distantes, sino realidades vividas y compartidas. Este es el llamado de la Conciencia Crística, una invitación a trascender las ilusiones de la separación y a abrazar nuestra verdadera naturaleza como expresiones del Amor Divino.
La Conciencia Crística nos recuerda que somos más que nuestras circunstancias, más que nuestros pensamientos y emociones pasajeras. Somos seres eternos, portadores de una luz que nunca se apaga, una luz que tiene el poder de transformar la oscuridad en comprensión, el miedo en amor y la discordia en paz.
Para despertar esta conciencia, debemos mirar más allá de lo visible, adentrarnos en el santuario de nuestro corazón y escuchar la voz suave y amorosa del Espíritu. En ese silencio sagrado, descubrimos que no estamos solos, que somos sostenidos y guiados por una Presencia que nos ama incondicionalmente. Es en esta comunión interior donde la magia sucede, donde el milagro se vuelve tangible y lo divino se manifiesta en nuestra vida cotidiana.
En este momento, estamos recibiendo cantidades enormes de energía solar de nuestro astro rey, el Sol. Esta energía divina, cargada de luz y vibración elevada, está ayudando a impulsar a la humanidad hacia un nivel de conciencia más elevado. Nos invita a integrar sus códigos de luz, su claridad y su poder transformador, permitiendo que cada célula de nuestro ser se sintonice con esta vibración superior.
Cada acto de bondad, cada pensamiento de amor, cada momento de compasión es un paso hacia el despertar de la Conciencia Crística. Es un recordatorio de que estamos aquí para ser canales de la gracia divina, para irradiar la luz que llevamos dentro y para contribuir al despertar colectivo de la humanidad.
Así, en este viaje de despertar, permitamos que la chispa de la Conciencia Crística encienda nuestro ser, guiándonos hacia una vida de propósito, amor y conexión profunda con todo lo que es.
Y en ese despertar, descubrimos la verdad eterna: somos uno en el Amor Divino, somos uno en la Luz Crística.
Que el Sagrado Sol siga iluminando tus pasos.💖
Karina Holoveski
Mujer Medicina-Chamana.
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