En un operativo conjunto de la Policía de la Ciudad de Buenos, el Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal porteño, la Agencia Gubernamental de Control y la Aduana, se incautaron más de 2.300 termos, incluyendo numerosas imitaciones de la reconocida marca Stanley, en locales comerciales del barrio de Balvanera
La investigación fue liderada por la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental, bajo la dirección de Carlos Rolero Santurián. Los termos apócrifos fueron secuestrados en establecimientos ubicados en las calles Pasteur, Larrea, Bartolomé Mitre, Azcuénaga y Junín.
Además de los termos, se incautaron mates metálicos valorados en aproximadamente 38 millones de pesos. Once personas, propietarias de los locales, fueron imputadas por infracción a los artículos 201 y 289 del Código Penal Nacional.
Riesgos para la salud
Los investigadores advirtieron que estos termos podrían ser peligrosos para la salud, ya que no cumplen con las normas del Código Alimentario Argentino, que requiere el uso de acero inoxidable de calidad 304 para contenedores de líquidos destinados al consumo humano. La falta de documentación y timbre fiscal para respaldar la mercancía también fue destacada. Estos productos deberán ser peritados para determinar los materiales exactos utilizados en su fabricación.
La popularidad de los termos Stanley en Argentina, conocidos por su calidad y diseño, ha llevado a la proliferación de falsificaciones en el mercado. Los termos originales de un litro y cuarto con asa cuestan más de 110 mil pesos, mientras que las imitaciones, que se venden por hasta 80 mil pesos, no son mucho más económicas y presentan graves riesgos debido a la falta de certificación.
Informes médicos
Un informe técnico de la jefa de la Unidad de Toxicología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, Elda Cargnel, advirtió sobre los peligros del uso continuo de materiales tóxicos en estos termos, especialmente en niños. Estos pueden causar déficit de atención, retrasos en el lenguaje, problemas de crecimiento, coeficiente intelectual reducido y trastornos digestivos.
Características de los termos originales y falsos
Los termos originales cuentan con certificación del Instituto Nacional de Alimentos de la ANMAT, etiquetas de calidad y manufactura que aseguran la idoneidad del acero y la ausencia de bisfenol A (BPA), un compuesto cancerígeno. Las falsificaciones suelen carecer de estas certificaciones y presentan diferencias en diseño, color y calidad de fabricación. Por ejemplo, los termos auténticos tienen una doble capa de acero y detalles precisos en su manufactura, mientras que las imitaciones pueden presentar datos grabados con láser y colores más llamativos.