Recientemente, el elaborador de hidromiel Fernando Brys fue galardonado en Francia con la codiciada medalla de oro Gilbert & Gaillard International Challenge (un concurso internacional de vinos organizado por Wine Tasting and Trading que otorga medallas a vinos de todo el mundo), por su excepcional hidromiel.
“La medalla llegó justo el día de cumpleaños de mi papá, no lo podíamos creer. Fue súper emocionante”, contó feliz el joven productor. Sin embargo, más allá de la importancia de este reconocimiento, que destaca la excelencia de su trabajo y el sabor incomparable de sus productos, el director del proyecto Brysconsult Meadery, se plantea el desafío de aportar su granito de arena para el desarrollo del sector.
“Tuvimos el privilegio de traernos otra medalla mundial de oro para la provincia, desde una chacrita misionera”, declaró Brys con humildad.
Originario de Alem, una pequeña localidad conocida por su rica tradición apícola, Brys ha dedicado toda su vida a perfeccionar su arte, cultivando relaciones cercanas con sus abejas y explorando técnicas para producir una hidromiel que deleita a los paladares exigentes.
Por la reactivación apícola
La noticia del triunfo de Brys volvió a generar un gran orgullo en su comunidad, donde quiere dejar un verdadero legado.
“Alem no tiene plan apícola que se encuentre implementado actualmente y tampoco contamos con sala de extracción, por lo tanto los productores tenemos que tomar iniciativas locales a través de emprendedores. Sería no solo bonito, sino sumamente importarte reactivar la actividad”, aseguró a Eco&Agro.
Lo cierto es que en principio, se está viendo como hacerlo porque, más allá del desarrollo del sector en otras regiones de la provincia, “por lo menos en Alem la actividad todavía está relegada y tengo muchas ganas de involucrarme en su reactivación, además de sumar colaboradores para seguir impulsando”, sostuvo.
Si bien, reconoció que es un momento complicado para todos los sectores de la producción primaria, Fernando Brys planea expandir su presencia en el mercado internacional, llevando el sabor único de la hidromiel de Alem a nuevos horizontes. Su compromiso con la calidad y la autenticidad sigue siendo el pilar de su éxito, inspirando a generaciones futuras de apicultores a seguir sus pasos y a luchar por una tradición apícola de Alem con el mundo.
“Es un momento que nos obliga a innovar para crecer, venimos muchos años detenidos, estancados. Hay que crear un escenario base, a partir de información, que todavía no la hay, pero debemos crearla para conocer la situación real. Esto porque urge tener valor agregado en productos genuinos de las chacras, porque sino todo se vuelve más costoso al punto que desaparece. Cuando nosotros tenemos todo para crecer”, dijo enfático.