Este domingo 12 de mayo se realizará en la capital provincial la 62ª Peregrinación en honor a Nuestra Señora de Fátima en un contexto de “profunda crisis socioeconómica, donde este tipo de acciones expresan el deseo de esperanza, lucha y perseverancia de nuestro pueblo, aún en medio del dolor”, según expresó el sacerdote Alberto Barros, vicepresidente de Cáritas Argentina en Posadas.
El sacerdote, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN consideró que “vivimos un tiempo muy difícil en nuestra patria, con un crecimiento de la pobreza enorme. Asistimos a un momento donde los sueldos han quedado pisados y han perdido su valor adquisitivo de una manera muy fuerte. Hoy tenemos pobres más empobrecidos, una clase media en la que muchos han pasado a formar parte del mundo de la pobreza, jubilados que ahora no tienen acceso a medicamentos esenciales para tratamientos importantes, hay una falta de alimentos, vivimos realmente una situación muy dura y esto es innegable”.

Recordó que desde “la prestigiosa Universidad Torcuato Di Tella hace pocas semanas nos decía que en el primer trimestre de este año 3.200.000 personas ingresaron al dolor de la pobreza, un número impresionante para solo tres meses, datos que los corrobora también el Observatorio para la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina”.
En la misma línea apuntó que “los obispos argentinos lo planteaban en el mensaje que nos dieron luego de la Asamblea Plenaria de abril último, que hoy asistimos a problemas muy graves, de gente que va quedando sin empleo, hay aumento de la desocupación y de la pobreza. Vemos el drama de nuestros abuelos y abuelas que tienen que elegir entre comer o comprar un medicamento, de la falta de alimentos porque desde diciembre que el Gobierno nacional ha dejado de enviar eso a los comedores de organizaciones barriales, de movimientos sociales y también de Cáritas. Ahora están empezando a mandar algunas cosas a través de un programa de Naciones Unidas, ni siquiera con fondos propios. Y esa falta de alimentos en los comedores significa que mucha gente no tenga la comida para el día”.
Además remarcó su preocupación por la “discontinuidad de los programas de mejoramiento de los barrios populares que se venían haciendo con todos los gobiernos de distinto color político pero que nunca se habían frenado y ahora sí por el parate de la obra pública. Así como hay que cuidar la vida del niño por nacer, también hay que cuidar la vida de miles y miles de niños en Argentina que hoy están viviendo en situaciones de pobreza e indigencia, estamos ante un panorama social, laboral y económico, muy grave, tanto para quienes tienen un empleo en blanco como para quienes trabajan en la informalidad”.
Barros puntualizó que “este es un momento durísimo del país por un ajuste que no se hizo para la casta sino que recayó sobre la mayoría del pueblo argentino y que está causando muchísimo dolor. Todo eso se expresa en nuestro caminar juntos en las peregrinaciones. Todo esto no solamente tiene un problema que puede ser mirado desde una perspectiva socioeconómica sino también cultural”.
Individualismo autodestructivo
Por otro lado, Barros aseguró que “nos quieren hacer creer, desde las máximas autoridades del país y desde ciertos sectores, que lo importante es el individualismo, el estilo de vida individualista, que eso es lo propio de la gente de bien, preocuparse por el propio proyecto, logros e intereses, como si los demás no existieran. Se nos pretende presentar como bueno, como valor, el estilo de vida individualista que es indiferente a los demás cuando en realidad el individualismo es una enfermedad, un vicio, es autodestructivo y destruye el tejido social”.
En el mismo sentido dijo que “debemos ser inteligentes y nuestro pueblo se da cuenta que el estilo de vida individualista solo lo generan quienes buscan intereses personales, enriquecimientos propios utilizando a los demás. El proyecto de país que se está planteando necesita del individualismo, el olvidarse de la mayoría como se está haciendo ahora para privilegiar a los grandes grupos del poder económico nacional, internacional para que se adueñen de los recursos naturales del país. Propicia el enriquecimiento cada vez más grande de unos pocos a los cuales no se les exige nada ni se les toca nada y un empobrecimiento cada vez más grande de la inmensa mayoría del pueblo argentino”.
Barros remarcó que “el individualismo siempre es anticristiano, en tanto la fe que expresa nuestra gente caminando hacia los santuarios desde su catolicismo popular expresa que somos hermanos, un pueblo, una familia, que somos iglesia que significa justamente reunión, asamblea, pueblo de Dios. La fe es esencialmente comunitaria, nos hace descubrir hermanos unos de otros, el individualismo construye un país donde se aplica la ley de la selva, donde cada uno que se arregla como puede y quienes pueden más son los más poderosos el resto son los que quedan empobrecidos. No queremos ese país del individualismo atroz que siempre es anticristiano pero también es inhumano porque hemos sido creados para socializar, por eso los seres humanos construimos amistades, familias, barrios y sociedades”.
Este domingo a las 6 partirá la 61ª Peregrinación a Fátima
Bajo el lema “Con María Seamos Luz en un Mundo Herido”, este domingo a las 6 se iniciará la peregrinación desde la Catedral San José de la Diócesis de Posadas hasta el Centro de Espiritualidad de Fátima.
“Estas expresiones de catolicismo y fe popular que expresa nuestra gente en estas peregrinaciones es de no bajar los brazos, mantener la esperanza, a seguir construyendo un país de hermanos y hermanas donde podamos juntos trabajar por el bien común privilegiando nuestra cercanía y ayuda con los más pobres, débiles y sufrientes”, señaló el padre Alberto Barros sobre la tradicional y convocante peregrinación que cumplirá con su 61ª edición en la capital provincial.
La misa central, con la presencia del obispo, Juan Martínez, se realizará a partir de las 9 y resultará especial porque en ella se celebrará la “clausura de los 125 años de la llegada de los primeros Misioneros del Verbo Divino a la provincia de Misiones”.

Barros apuntó que “el domingo pasado fue la peregrinación a Luján y luego de Fátima será la fiesta de Santa Rita, que son todas experiencias que expresan la piedad popular de nuestra gente. Asistimos a profundos acontecimientos de catolicismo popular que se expresan en este caminar juntos, en este caso a la casa de María, en su advocación de Fátima, mostrando el deseo de no bajar los brazos, pidiéndole ayuda a Dios”.
Al mediodía habrá un festival familiar y un almuerzo comunitario, además de misas a las 11.30, 15 y 19.30. A las 21 comenzará la serenata a la Virgen, hasta la medianoche.
El lunes, en tanto, que por calendario es el Día de la Virgen Nuestra Señora de Fátima, habrá misas en la ermita a las 8, 11, 15 y 19.30





