El nacimiento de Bachillerato Orientado Provincial 38 se produjo al hacerse realidad el sueño de un grupo de personas, que contra viento y marea concretaron y cimentaron los pilares fecundos de lo que implica enseñar y aprender.
El 18 de abril se cumplieron 50 años de esta gesta y en el acto homenaje se recordó con cariño a los que partieron dejando profundas huellas, a los que hicieron historia, en su paso por esta escuela: los primeros egresados del único establecimiento público que cuenta con albergue estudiantil y radio escolar, y se erige como institución pionera en la formación de Personas Jóvenes y Adultas (EPJA) desde 1997.
A través del Centro de Estudiantes, el BOP 38 realiza el tradicional desfile de carrozas, involucrando a toda la comunidad educativa. Las carrozas fueron y son la excusa para el encuentro y el aprendizaje de tantas cosas útiles para la vida, que no alcanzan a ser escritas en un pizarrón, señalaron.
Durante el acto, la directora, Marta Cuenca, destacó los 50 años de educación, compromiso y excelencia del establecimiento que preside, con la comunidad soberbiana. “Es imposible que mis palabras no estén plagadas de subjetividad ya que gran parte de mi experiencia profesional estuvo en este edificio escolar, en el que vi pasar a generaciones, compartir vivencias con colegas, algunos que ya no están, pero siguen tan vigentes porque dejaron sus enseñanzas, un legado ejemplar, personas que en su día a día dejaron huellas imborrables”, manifestó, emocionada.
Fueron los primeros alumnos del establecimiento: María Degener, Jorge Ferreira, Elida Fernández, Teresa Fitzner, Baldomiro Gessinger, Celso Gessinger, Sergio Gessinger, Antonio Machado, Sixto Martínez, Susana Masonevez, Walter Mencia, Decio Tem, Mabel Mendoza, Hugo Nass, Zumilda Mendoza, Luis Nielsen, Alfonzo Núñez, Luis Pereira, Eloiza Pérez, Graciela Smichoski, Daniel Petersson, Cristina Piñeiro, Mario Rodríguez, Dulci Steinhort, Esther Villalba y Jorge Waiand.
Recordó que hace medio siglo, un grupo de visionarios “se unió para dar lo mejor de sí para cimentar este espacio, donde continuamente se construyó y se sigue construyendo conocimiento, valores, amor por saber, amor por aprender, y, sobre todo, construir un mañana promisorio. Por eso, valorar la misión educativa en su total y exacta dimensión, tanto como valorar el fructífero esfuerzo pleno de logros y realizaciones será siempre nuestro objetivo”. Continuó: “Y caminamos. Vimos crecer el colegio adaptándose a los vientos de cambio, pero nunca solos. Por lo que agradezco el acompañamiento de gestiones de gobierno y de la comunidad en general, que de una u otra manera colaboraron con nuestra institución, pero por sobre todo agradezco la confianza que depositan en nosotros las familias de la comunidad para formar al bien más preciado: nuestros alumnos. Sin ellos nuestra escuela no tendría razón de ser. Ellos fueron y son el verdadero corazón y alma de la escuela. Puedo decir con certeza y orgullo que contamos con un plantel que, además de idóneo para la demanda educativa, son personas comprometidas y preparadas para brindar una educación de calidad”, agregó, al tiempo que agradeció el acompañamiento de las vicedirectoras Mirta Hischfeld y Jaqueline Acuña.
Los primeros docentes fueron: Alberto Sidorak (también director), Olga Mercedes Arriola y Mariano Michajlow. En el acto, donde la Municipalidad de El Soberbio descubrió una placa conmemorativa, solo estuvieron presentes los que se sumaron más tarde: Héctor Lucas y María Luisa Arriola. Y el primer portero Pedro Rodríguez. Su esposa, Doña Verá, que está a cargo del albergue estudiantil también recibió un reconocimiento.
Cuenca sostuvo que “parece que fue ayer, un 18 de abril, que el colegio abría sus puertas con el empuje de solidarias manos vecinas. Se crea el primer ciclo básico, pasando por distintas denominaciones, pero sin perder su esencia. Poco después se creó un albergue, siendo el único colegio público que cuenta con un espacio para dar alojamiento a los alumnos que llegan desde las colonias”. Rememoró que en 2007 se amplió la oferta educativa con el EPJA (Educación de Personas Jóvenes y Adultas) dando lugar a aquellos que con mayor esfuerzo asisten en el turno noche. “Nos consolidamos como institución, pero es aquí donde se forjaron amistades duraderas, se descubrieron talentos ocultos y se sentaron las bases de un futuro prometedor. El resultado que obtuvimos fueron profesionales exitosos así también madres y padres de familia de bien, que conforman nuestra comunidad”.
Dijo que esta celebración “no es solo una mirada al pasado sino un voto de confianza al futuro. Estoy casi segura que los próximos 50 años estarán llenos de desafíos y oportunidades y nuestro colegio se erigirá y estará siempre a la altura de las circunstancias”.
Apostó porque en este cincuentenario “renovemos nuestro compromiso con la excelencia educativa, con la formación integral de nuestros alumnos y con los valores que nos guiaron desde el primer día. Propongo que sigamos trabajando juntos como una gran familia para construir un mundo mejor, más justo y más humano, siempre bajo la bendición de Dios”.
La exalumna y docente María Celia Lucas escribió un poema que se transformó en el himno del colegio. La melodía es del exalumno y profe de música Andrés Pfoederl. Quedó grabada en la escalinata, camino al albergue, y fue entonada por primera vez por las alumnas del EPJA.
Otro de los discursos estuvo a cargo de uno de los primeros egresados, Luis Alberto Nielsen, un abogado que ejerce su profesión en esta localidad fronteriza. Se emocionó al recordar que visitaban las viviendas del pueblo en busca de alumnos ya que les habían dicho que se debía reunir a 30 alumnos como mínimo para que se diera apertura al Ciclo Básico. Además, subrayó el espíritu de colaboración que existe en “nuestra comunidad” ya que cuando egresó de quinto año, algunos vecinos reunieron fondos para que pudiera ir a inscribirse a la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), con sede en la vecina provincia de Corrientes. Los otros egresados: Fernando Verón y Susana Sequeira, no pudieron estar presentes durante las Bodas de Oro del colegio, que significó una alternativa válida para quienes estaban deseosos de lograr un título secundario. El establecimiento cuenta con alrededor de 60 docentes, cuatro personas dedicadas a la tarea administrativa y dos ordenanzas. Además, cuenta con un albergue estudiantil para varones y mujeres que comenzó a funcionar en 1990.
Conectados
Cuenca puso de manifiesto que “nuestro sello distintivo es la 90.1”, radio escolar creada en la década del 90 y primera reconocida por el Comité Federal de Radiodifusión (COMFER). Esta emisora fundada por el profesor de educación física y exdirector del colegio, el entrerriano Roberto Máximo Fernández, con la colaboración de los profesores Sanabria y Silva. Tiene más de veinte años y sigue transmitiendo en frecuencia modulada. Se la puede encontrar en vivo durante las 24 horas y escuchar en cualquier lugar del mundo: www.radiojoven901.com.ar”.
Unos 24 años después del nacimiento de la institución, el proyecto de la emisora escolar del entonces BOLP 38 se hizo realidad, y el proyecto fue de carácter institucional. El 12 de abril de 1999 se comenzó con el montaje de la torre y la antena de la radio. El 25 de abril de 1999 se inauguró la radio 90.1 FM “Siempre Joven”, saliendo al aire con la celebración del 25 aniversario del BOLP, con la presencia de autoridades locales y provinciales. A partir de ese momento la 90.1 pasó a ser un lugar de encuentro para jóvenes, alumnos y exalumnos de la institución. Aparte de la información y la música, encontraron frente al micrófono un espacio de libertad para expresarse.