Fabián Alcaraz, piloto y docente de la EPET N°37 “Benjamín Matienzo” de Posadas, compartió con PRIMERA EDICIÓN los detalles de un proyecto innovador que tiene en marcha junto a los estudiantes de la institución: la construcción de una aeronave.
Con entusiasmo, Alcaraz expresó: “Con la buena predisposición de la escuela y los alumnos el proyecto se fue concretando de a poquito hasta que al día de hoy ya contamos con los planos para poder comenzar a desarrollarlo desde el presupuesto”.
El proyecto no es una iniciativa aislada, sino que involucra a varios profesores y se integra en el espacio curricular de cada materia. Alcaraz explicó que la iniciativa “involucra a varios profesores, en el espacio curricular que corresponde a la materia de cada uno, para ver el desempeño en el desarrollo de cada materia justamente. Sea sistemas, planta de poder, estructura, instrumentos, aerodinámica, todo tiene que ver con el avión en sí y pueden volcar el conocimiento específico de cada materia en el momento de la construcción del avión”.
Además, destacó que el proyecto se concretará en los niveles superiores de la institución, específicamente en cuarto, quinto y sexto año: “Todas las materias que se dan durante ese tiempo, como son específicamente aeronáuticas, es donde los alumnos tienen el conocimiento suficiente para poder desarrollarlo”.
En cuanto a la aeronave en sí, resaltó que se trata de un “Fácil MS” modelo nacional, de fácil construcción y accesible en precios. “Es fácil de construcción nacional. Hay muchos modelos en vuelo, se pueden matricular, se pueden volar, se pueden registrar horas de vuelo. Es un modelo que, aparte de ser económico y accesible, en este caso está proyectado para que un fabricante lo haga en el término de tres años”.
También reveló que cuentan con el apoyo de la Agencia de Innovación de Misiones y están avanzando en el aspecto financiero del proyecto: “Tenemos un espacio ya para la construcción, para ponerlo en marcha y sí estamos viendo un poco el tema de la financiación, el presupuesto, que también está en desarrollo”.
Alcaraz remarcó el impacto potencialmente transformador que este proyecto podría tener en la vida de los estudiantes: “Es algo que nunca pasó. Ya preguntan (los alumnos) si lo van a poder volar. Si bien ellos se reciben de técnicos aeronáuticos, quién dice que el día de mañana lo puedan volar y esto abra muchas puertas”.
La posibilidad de que los alumnos puedan participar activamente en la construcción y eventual vuelo de la aeronave representa un hito significativo en su formación y desarrollo profesional.
El docente subrayó la importancia de este proyecto como una experiencia formativa integral, donde los estudiantes no solo adquieren conocimientos teóricos, sino que también obtienen habilidades prácticas y una perspectiva real sobre el campo de la aeronáutica.
En cuanto al proceso práctico de llevar a cabo la iniciativa, Alcaraz reveló que “si bien hay un valor estimativo del fabricante para los materiales, lo que sería el primer paso, queremos hacer nosotros nuestro propio presupuesto, que lo hagan los alumnos como si fuera su emprendimiento”.
A partir de ahora, será fundamental ver cómo avanza este proyecto que necesita sí o sí del financiamiento para poder concretarse.
Primer contacto
Desde el año pasado, los estudiantes tuvieron la oportunidad de poner en práctica sus habilidades en un contexto real gracias a la obtención de un avión proveniente de un decomiso del Superior Tribunal de Justicia de la Nación.

“Obtuvimos un avión del Superior Tribunal de Justicia de la Nación en comodato y durante el año pasado los alumnos pudieron realizar ciertos servicios de mantenimiento y ponerlo en marcha”, contó Alcaraz. Esta experiencia no solo proporcionó a los estudiantes una valiosa oportunidad para aplicar los conocimientos adquiridos en el aula, sino que también les permitió familiarizarse con los procedimientos y exigencias del mundo real en el ámbito de la aeronáutica.
Durante este proceso, los alumnos se involucraron activamente en labores de mantenimiento, limpieza y otros aspectos relacionados con la puesta en funcionamiento del avión. Alcaraz destacó la experiencia, ya que los chicos pudieron “ver cómo es el mantenimiento del motor, por supuesto siempre con el seguimiento del profesor que da la materia, con los implementos de seguridad correspondientes”.







