Cada vez más comercios son sancionados por tener doble precio: uno más bajo en la góndola y otro más alto en la caja. Algunos casos pueden ser descuidos por la falta de actualización del precio en un contexto de permanente inflación, pero otros son claramente un intento de engaño a los consumidores.
La maniobra fue confirmada por el Director de Defensa del Consumidor, Alejandro Garzón Maceda, quien en declaraciones a FM 89.3 Santa María de las Misiones, señaló que en promedio se confeccionan entre 50 y 60 multas al mes por diversas infracciones entre las que se destacan falta de información, incumplimiento de la oferta y prácticas abusivas.
El funcionario explicó que, más allá de un contexto donde se vienen desregulando diversos rubros de la actividad económica, principalmente servicios públicos y bienes de consumo, eliminando el control de precios del Estado, los derechos de los consumidores siguen vigentes y se debe denunciar cualquier intento de engaño, estafa o incumplimiento.
Remarcó que la Ley 24.240 de Defensa del Consumidor sigue vigente y en sus artículos garantiza el derecho de tener información clara, que se cumpla la oferta pactada, y recibir trato digno y evitar conductas abusivas.
“Quizás tendremos un poco más de trabajo, incursionando en áreas que antes no lo hacíamos”, explicó Garzón Maceda en este nuevo contexto económico que comenzó en diciembre en todo el país.
“Nosotros controlamos góndola y caja, si incumple se aplica una multa. Si vamos y controlamos la vidriera y no tiene precio, es multa. Si determinamos que se cobra precio diferenciado es multa. Si encontramos productos vencidos, se interdictan y es multa. Si la balanza no cumple requisito, es multa”, señaló el director.
Pidió que la gente se acerque a las oficinas cada vez que sospecha que le están engañando, que ejerza su derecho a elección y no acepte cualquier condición.
“Tenemos más de 50 o 60 disposiciones por mes. Un promedio de 600 sanciones por año. En algunos casos modifican conductas y en otros casos son reincidentes, se multa con una suma más grande hasta que modifiquen la conducta”, sintetizó.
“Si un consumidor entiende que recibió un aumento abusivo, puede hacer la denuncia acá y nosotros pedimos explicaciones. El precio tiene que estar a la vista. Uno tiene que saber cuanto vale el precio que están ofreciendo. Es un derecho del consumidor. Hay que volver a mentalizar a los comercios que tienen que cumplir”, remarcó.
Aunque reconoció que “estamos en un proceso inflacionario con cambios rapidísimos de precios, entonces uno tiende a tener contemplación” pero aclaró que “hacemos controles comparativos de precio de góndola y caja. Hay algunos que dicen un precio en góndola y en caja otro. Nosotros hacemos ese control ahora”.
Más allá de cualquier contexto “el derecho a la información se debe mantener (…) es obligación informar precios”, dijo.
Garzón Maceda insistió en que “el comercio tiene la obligación de cobrar lo mismo en efectivo y débito. Si eso no ocurre, el consumidor no debe avalar y se tiene que ir a otro lado” porque opinó que “te están jodiendo en el trato y el precio. Es un trato abusivo”.
Reclamos frecuentes
El funcionario explicó que los reclamos más frecuentes “están relacionados a los aumentos exagerados en bienes, servicios públicos, incumplimiento de planes de ahorro donde quieren cobrar montos que no son exigibles. Los saldos por la cautelar no son exigibles y los exigen igual”.
También hay reclamos por “envío de encomiendas, incumplimiento de servicio”, aclaró que “bajó un poco la cantidad de denuncias por los servicios financieros” y el tema que está creciendo es que “la mayoría de los comercios cobran de más a la gente, no respetan el precio”.
En esos casos “los comercios niegan, entonces tenemos que mandar un inspector encubierto, que se identifique al hacer la compra y haga el acta. Se genera una situación de violencia complicada”, dijo.
Sobre los precios, dijo que Defensa del Consumidor, en este tiempo, “va a tener que ejercer funciones que antes no ejercía, como por ejemplo el tema precios: había organismos específicos que se encargaban, ahora no hay más control, pero eso no quiere decir que la empresa pueda hacer lo que quiera”.