Ante las fallidas sesiones para fijar el precio de la hoja verde de la yerba mate, en el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), productores empezaron a organizar sus propias grillas de precios, a fin de acercarse a un precio más cercano al que necesitan para costear la producción.
Impulsado por la Federación de Asociaciones Rurales de Misiones (FARM), empezaron a armar una pizarra con los valores diarios.
“Los valores que publica el INYM (cada seis meses, en abril y en octubre de cada año) quedaron completamente desfasados después del último cambio de gobierno, entonces lo que empezamos a ver los productores es que había operaciones en toda la zona productora. Empezamos a levantar esos precios y a publicarlos a modo de referencia. Son mejores precios que los del INYM pero tampoco tan buenos”, dijo Darío Bruera, dirigente de la FARM, al portal Bichos de Campo.
Hace tan solo unos días, el valor era de 370 pesos por kilo de hoja verde. “En base a los estudios que realizamos desde nuestra federación, debería ser de 505 pesos, teniendo en cuenta un modelo y una unidad productiva tipo la provincia de Misiones. Son relativamente chicas. A lo largo de la provincia hay más de 12.000 productores yerbateros”, agregó el dirigente de Andresito.
Según indicó Bruera el precio que reciben no les permite poner el nivel tecnológico necesario para la yerba mate, por lo que recomendó a los productores que vendan lo que necesitan para salir de su apuro, porque todavía no está bien iniciada la cosecha gruesa y todavía tienen tiempo hacia adelante, aunque también atraviesan muchas dificultades.
Que el precio sea menor a las necesidades de los productores tiene sus consecuencias. Aunque la consigna que circula entre los productores es la de “no cortar”, por lo antes mencionado, varios terminan vendiendo su producción.
“Lo que sucede es que el productor termina definiendo prioridades y empieza a cortar inversiones, hace menos labores culturales, deja de poner fertilizantes, y eso va a traer menos producción”.
La opinión sobre las funciones del instituto está dividida entre los referentes de la producción. Mientras que algunos se manifestaron en contra de la desregulación, porque afecta a los pequeños productores y beneficia solo a la industria, otros, entre ellos Bruera, creen que el INYM no debería tener tanta injerencia en el comercio de la yerba mate, pero sobre todo que tendría que ir a la búsqueda de mercados y así favorecer la venta del producto con mayor valor agregado.
“El INYM tendría que ir como el de Instituto de vitivinicultura o el IPCVA, a promocionar la yerba, buscar nuevos mercados y sacarnos de este dilema de estar siempre peleando para encontrar un culpable” de los bajos precios, indicó Bruera.
Para el referente, cuando las regulaciones pasan a ser eternas hay sectores que entran en una especie de vicio, donde los productores pelean para un precio cómodo y no buscan eficiencia y los industriales esperan ver qué precio van a pagar y no salen a competir o no salen a comprar yerba antes.
“Creo que en el libre mercado las regulaciones sí son buenas. Pero para salir de un determinado momento, de una determinada encrucijada, y después debería funcionar el mercado nacional con libre demanda y libre oferta”.
El dirigente cree que hay que aprovechar la difusión global de la yerba mate, que hacen en forma gratuita personajes públicos como los jugadores de fútbol (el caso el de Lionel Messi es el mejor ejemplo), aunque también el papa Francisco aportó lo suyo.
Por último, explicó que, además de conseguir más mercados de exportación considera que se debe agregar valor al producto, que la yerba no se debería seguir comercializando en envases de papel y que para eso se requiere de profesionales que le encuentren una “vuelta de tuerca” a la cuestión, para vender mejor el producto.