Las plantaciones de yerba mate tienen un punto de partida de vital importancia, que es la calidad de los plantines que son llevados a campo.
Según la distancia de plantación cada hectárea implantada de yerba mate demanda de 2.220 a 4.000 plantines. Debe tenerse en cuenta que el tiempo que transcurre desde la germinación hasta el momento de llevar el plantín a campo es de 7 a 8 meses.
Por ello, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) lleva adelante diversos ensayos para ajustar el manejo agronómico de la producción de los plantines de yerba.
Es la investigadora Lorena Bárbaro quien se encuentra estudiando y realizando distintos ensayos respecto a cuáles son las mejores características que deben tener los sustratos utilizados en este proceso.
“El sustrato es clave para el buen desarrollo del plantín, ya que este sirve de anclaje a las raíces y en su espacio poroso se almacena el agua, los nutrientes y el oxígeno necesario para su desarrollo”, explicó la investigadora en diálogo con Eco & Agro, quien agregó que, para que estas funciones se cumplan es importante que sus características físicas sean adecuadas.
A su vez, advirtió, la acidez o la conductividad eléctrica del sustrato es determinante en el crecimiento de la planta. “Acá tengo un pequeño laboratorio donde se hacen análisis de las propiedades físicas principalmente y también químicas. Lo que se hizo en este trabajo fue evaluar las propiedades físicas adecuadas para el sistema de producción de plantines de yerba, los que generalmente se hacen acá en Misiones, que es en bandejas forestales, con fertilizantes, con riego por aspersión y bajo invernáculo, en esas condiciones”, agregó.
De esta manera, la investigadora busca encontrar componentes que brinden distintas propiedades, como la corteza de pino que dará más aire, más aireación y la turba, en este caso, que ofrecía más retención de agua.
“Juego con los componentes, como para encontrar diferentes propiedades físicas y después ver cual sería la mejor en ese sistema de producción de plantines. No significa que esos componentes sean los que hay que usar, sino que se usaron con el fin de buscar esa propiedad: aireación o retención de agua”.
Finalmente, con los resultados que se obtuvo se encontraron cuales serían las propiedades adecuadas, se pueden encontrar las mismas con otros componentes.
“Hay otros componentes como la cascarita de arroz o la perlita, que me da aireación o la fibra de coco o algunos otros tipos de compost que me dan retención de agua. O sea, puedo también, con otros componentes, ya sabiendo cuales son las propiedades físicas que necesito, hacer las mezclas para conseguir esas mismas propiedades”, señaló Bárbaro.
El trabajo se enfocó más que nada en encontrar estas propiedades físicas, adecuadas para la producción de plantines de yerba en esas condiciones, en las bandejas forestales, alveoladas, bajo invernáculo y con liberación lenta.
La importancia del sustrato
Un sustrato es cualquier material sólido y poroso que se encuentra dentro de un contenedor (maceta, bandeja, bolsa de cultivo, cajones etc.).
Las funciones son anclar al sistema radical, permitir una libre circulación de oxígeno y contener el agua que la planta necesite.
Una correcta aireación aporta oxígeno al sistema radical y permite la evacuación del CO2 producido por las raíces y los microorganismos.
Una adecuada capacidad para retener agua permite a la planta obtener el agua y los nutrientes necesarios para su desarrollo.