Ante la importancia de garantizar la seguridad alimentaria en el hogar, el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires ha difundido una guía detallada de recomendaciones higiénico-dietéticas.
Esta guía proporciona pautas claras para la compra, manipulación, cocción y conservación adecuadas de alimentos, con el objetivo de prevenir la contaminación y asegurar la calidad nutritiva de los productos.
Qué hacer
• Comprar solo lo necesario. No es necesario comprar grandes cantidades de alimentos perecederos si no hay suficiente espacio de almacenamiento en frío.
• Mantener la cadena de frío y seleccionar los alimentos frescos y congelados al final de la compra asegurando que se mantengan fríos durante el transporte y almacenamiento.
• Cocinar bien los alimentos. Las comidas listas para consumir deben estar bien cocidas y almacenadas correctamente, ya sea en frío o en caliente. No guardar junto a alimentos crudos.
• Evitar la contaminación cruzada, no usar los mismos utensilios (tabla, cuchillos, superficies) para manipular carne cruda y otros alimentos. Lavarse las manos con agua y jabón antes de cocinar y comer.
• Controlar la temperatura de los alimentos. Las preparaciones no deben permanecer más de dos horas a temperatura ambiente.
• Revisar el estado de los alimentos, prestando atención al origen y rótulo de los productos. Verificar la fecha de elaboración y vencimiento, las temperaturas de conservación y el estado de los envases.
Recomendaciones por tipos de alimentos
Carnes:
• La carne roja fresca debe tener un color rojo brillante, firmeza y un olor fresco. Conservar entre 0 y 5 grados. Descongelar en la heladera o microondas y cocinar hasta que pierda el color rosado.
• En el pollo fresco, su piel debe ser de color blanco amarillento, sin superficies pegajosas y con carne firme. Conservar entre -2 y 2 grados y cocinar hasta que la carne esté blanca y sin sangre en las articulaciones.
• El pescado fresco debe tener una apariencia húmeda, suave y brillante, ojos claros y salientes, escamas adheridas y un olor agradable. Conservar entre 0 y 2 grados o en hielo. Cocinar hasta que la carne esté blanca, se desprenda de la espina y se desmenuce.
Huevo: Un huevo fresco se hunde en agua, tiene una yema centrada y firme y una clara espesa. Conservar en la puerta de la heladera y consuma hasta 30 días después de la postura. Cocinar hasta que la clara esté dura y opaca y la yema pastosa.
Leche y Derivados: Consumir solo leche y derivados pasteurizados. Mantener la cadena de frío y refrigerar estos productos.
Frutas y Verduras: Lavar las hortalizas y frutas con agua segura y desinfectarlas con una solución de 10 gotas de lavandina por litro de agua. Refrigerarlas luego de cocinarlas.
Conservas:Las latas de conservas deben estar sanas, sin golpes, óxido o abombamientos. Conservar a temperatura ambiente menor a 25 grados.
Alimentos congelados: Los alimentos congelados deben estar bien duros y sin trozos de hielo grandes. Conservar a -18 grados. Si se descongelan, no volver a congelarlos.
No consumir alimentos que no hayan estado refrigerados, ya que existe riesgo de intoxicación alimentaria.
Fuente: Agencia de Noticias NA