En el barrio A 3-2, en Miguel Lanús, un grupo de mujeres decidió conformar una cooperativa de trabajo para dar una herramienta a sus vecinas y compañeras para salir de situaciones de violencia. Fue así que “Misioneritas” hoy cuenta con más de 150 trabajadoras, que se dedican al trabajo textil, desmalezamiento y mantenimiento de espacios verdes.
En comunicación con PRIMERA EDICIÓN la secretaria de la cooperativa, Victoria Vázquez, recordó que surgieron hace unos seis años “cuando trabajábamos en un comedor comunitario entre varias compañeras, donde veíamos que muchas pasaban por situaciones de violencia en sus hogares”. Ante esta situación, “buscamos qué hacer por ellas, para que puedan reivindicarse como mujeres”.
Por este motivo, tras analizar posibles soluciones, “decidimos conformar esta cooperativa de trabajo para que cuenten con una independencia económica”. En lo social, remarcó que “el trabajo dignifica y cambia la calidad de vida de cada ser humano”.
No fue un camino fácil y mencionó que debieron tocar varias puertas, hasta conseguir trabajo. Gracias a esto, “hoy tenemos ya varias compañeras en un trabajo cooperativo, incluso algunas del área textil pasaron a un trabajo en blanco en el Parque Industrial. Otras compañeras están desmalezando, cortando y haciendo limpieza en el barrio Itaembé Guazú, otras hacen el mismo trabajo en la Zona Sur, por un contrato con Vialidad”, relató Victoria.
Con este tipo de acciones, “buscamos la forma de ir sacando a estas compañeras de su círculo de violencia”. Actualmente, en la cooperativa son unas 150 personas, donde “no todas tenemos un trabajo porque está complicada la cosa, pero no bajamos los brazos, sino que apuntamos a seguir creciendo y ayudar a las mujeres”, agregó.
Tener esta opción fue clave para sobrevivir y evitar una dependencia económica de su pareja violenta: “Ninguna quiere vivir esta situación, pero el problema suele ser dónde irse con los hijos”. En este sentido, lamentó que “es un problema social que atraviesa toda clase, pero las compañeras que no tienen nada son aún más vulnerables a todo tipo de violencia”.
Victoria Vázquez detalló que han visto situaciones angustiantes y “es muy triste, porque hubo casos de compañeras que fueron críticos” y gracias a esta alternativa “salvamos a esas compañeras de un femicidio”.