Emprender un viaje a otro país con el objetivo de conocer nuevas culturas y practicar idiomas siempre es una experiencia enriquecedora, aunque estar lejos de la familia por un tiempo sea difícil, el objetivo lo vale. Sobre todo si se trata de una persona en plena adolescencia, ya que no es una decisión fácil.
Gökçe Caber vino desde Estambul a Misiones en el marco del programa de intercambios culturales de estudiantes a cargo de la organización no gubernamental AFS Posadas. A sus 15 años decidió afrontar esta experiencia y gracias al apoyo de sus padres, la concretó. Si bien el propósito inicial que la motivó era reforzar su inglés, le asignaron como destino Argentina. En sus ansias de aprender, esto no la desalentó y aceptó la propuesta. Así, hace poco más de seis meses llegó a la tierra colorada, está en proceso de aprender español y cada vez se siente más integrada a su nuevo entorno.
Si bien recién desde su llegada comenzó a conocer y a amigarse con el castellano en la escuela secundaria, con seguridad Gökçe se animó a una entrevista con PRIMERA EDICIÓN. Sin mayores incovenientes y poniendo en práctica, de a poco, las nuevas palabras, supo transmitir con total claridad su experiencia.
El idioma y las diferencias culturales: de obstáculos a oportunidades de integración
“La persona argentina es muy amigable para todas las cosas. Yo vivo en Estambul, es una ciudad muy grande y con mucha gente. Posadas es bastante diferente, acá es más natural y me gusta más“, relató la joven.
Los primeros seis meses compartió con una familia que la recibió, y actualmente vive con la familia Frutos, integrada por el matrimonio Ana y Carlos, y sus hijas Antonella y Ana Carla, que por los próximos seis meses son las nuevas ‘hermanas’ de Gökçe. Al respecto, manifestó sentirse muy acompañada y a gusto en su hogar: “Me siento entre familia entonces no es difícil adaptarme”.
El gusto por la cultura, los idiomas y la lectura caracterizan a la joven. Por eso, a su corta edad, no dudó en viajar y enfrentarse a sus propias inseguridades para ponerse a prueba a sí misma y aportar conocimiento que le servirá en su futuro. Durante la charla hizo énfasis sobre todo en su interés por reforzar el inglés -idioma del cual tiene cierto conocimiento- e indagar en otras formas de vida.
Sin embargo, “de español yo no sabía nada cuando llegué, fui aprendiendo en el colegio y mis amigas me ayudan, me cuesta entender y aplicar la escritura, también cuando los maestros hablan muy rápido, pero estoy de a poco conociendo. Aunque quería mejorar inglés, español no está mal porque es un idioma internacional y también muy importante”, destacó.
En cuanto a los lugares que visitó en la tierra colorada, resaltó la belleza de las Cataratas del Iguazú, aunque no pudo conocer el circuito Garganta del Diablo. Próximamente su familia actual quiere llevarla a pasear por los Saltos del Moconá y otros puntos clave de Misiones.
Además, “de Argentina me gustaría volver a recorrer más Buenos Aires, y si se puede, quiero conocer Ushuaia”, contó sobre sus planes.
Gustos de Misiones a Turquía: “Me gusta el mate amargo y me encanta el dulce de leche”
Hablando de costumbres nacionales y regionales… no puede faltar el tema “comida”. Gökçe contó con entusiasmo que probó y le gustó mucho el asado a la parrilla, el mate amargo, la torta de choclo, la chipa y el dulce de leche, ¡Me encanta!, aseguró.
Dijo que aunque la comida en su país natal es bastante diferente, comparte algunas similitudes con la argentina. “En Turquía se comen muchas sopas y la carne no se cocina en parrillas, no hay. Por lo que veo acá en Argentina todo es carne, ¡muchas comidas llevan carne, todo es mucha proteína!”, opinó entre risas.
Mate en mano, explicó que esta bebida le gustó porque es amarga, y como le gusta el café, le pareció una buena opción regional. “Me gustaría llevar yerba cuando vuelva a mi país y que mis papás prueben”, mencionó.
Comienza el Ramadán
La religión de Gökçe y su familia es el islam. Son practicantes, aunque aclaró que ella personalmente “no hace muchas oraciones en Turquía”, entonces, le resulta fácil adaptarse ahora que está en otro país.
En sus propias palabras: “No lo practico tan seguido, pero sí es importante. En marzo comienza el Ramadán y sí voy a cumplir el ayuno. Lo hago tradicionalmente en Turquía y acá lo puedo hacer también, no cambia mucho mi vida normal, solo no voy a comer ni tomar nada” -en el tiempo indicado- “y tampoco puedo comer jamón, nada de carne de cerdo, pero eso lo dejo de hacer sin problema”, aclaró.
Por un futuro de más viajes y desafíos
Sobre su situación escolar – académica, la joven durante los próximos seis meses cursará quinto año del secundario en Posadas. Sin embargo, contó que cuando regrese a Turquía deberá completar un año más para culminar sus estudios, porque los ciclos institucionales en ese país son diferentes.
“No voy a poder hacer otro intercambio, porque sí o sí tengo que volver a terminar el colegio, para después estudiar mucho y rendir el ingreso a la universidad”, anticipó, aunque aclaró que aún no tiene decidido qué carrera seguir.
“Todavía no sé bien qué estudiar, pero este viaje me está ayudando a darme cuenta de muchas cosas, conocer otra cultura hace otra idea en mi cabeza y eso me va a servir en mi futuro“, reflexionó, y como un indicio, contó que le interesa el ámbito de la niñez y/o trabajar o interactuar con niños y niñas.
Por último, alentó a otros jóvenes a que si tienen la oportunidad y las posibilidades, experimenten el intercambio estudiantil y cultural. De hecho, aseguró que cuando esté en la universidad pretende seguir viajando para aprender y reforzar idiomas, aunque no en el marco de un plan de estudios específico.
“Para mí es una excelente experiencia venir y estudiar en otro país para aprender… es difícil, sí, porque extraño a mi familia” -sus padres y su hermano de 6 años- “pero al mismo tiempo es algo bueno a nivel personal, me ayuda a ser más independiente, a aprender a administrar el dinero y mis actividades por mí misma, cómo planear mis días y mi futuro. Sé que en seis meses vuelvo y estaré con mi familia, entonces no es un problema. Pero también sé que después voy a extrañar Argentina“, expresó entre risas al finalizar la charla.