Fátima “La Taty” Báez (26) arrancó este 2024 con dos objetivos: dar el salto y convertirse en boxeadora profesional y transformar una parte de su casa en un gimnasio en el cual abrir una escuela de boxeo para chicos de la Chacra 100. “Quiero darles la oportunidad de que practiquen este deporte”, dijo en una charla con EL DEPORTIVO.
El primero es un objetivo en marcha. “Tengo que hacerme una serie de estudios médicos, mandarlos a la Federación Argentina de Boxeo (FAB) y esperar mi licencia”, contó la boxeadora. Una vez que consiga la licencia, el objetivo “es ser campeona y demostrar a los demás que si yo puedo, ellos también pueden”, remarcó.
El segundo objetivo nació como un efecto colateral del primero. Para entrenar como la profesionalización lo requiere, Fátima quiere convertir un espacio de su casa en un gimnasio de boxeo. Entonces, se le ocurrió abrir ese gimnasio a todos los chicos de la Chacra 100, donde vive, y enseñarles todo lo que aprendió desde que se inició en el boxeo a los 16 años.
“Tengo muchísimos chicos a los que le interesa el boxeo y mi objetivo es armar una escuela de boxeo para gente que necesita y no tiene la posibilidad de pagar un gimnasio”, contó a EL DEPOR.
“Todo lo estoy haciendo a pulmón, sin ayuda de nadie, me gustaría que alguien nos pudiera donar guantes y todo lo básico que necesita para un boxeador para prepararse. Necesitamos cuatro bolsas, cajones para saltar, conitos, escaleras, guantes de boxeo número 16 y con eso ya podríamos empezar”, aseguró.
En realidad las clases ya arrancaron. Alrededor de cinco chicos llegan los martes y jueves a lo de Fátima y toman sus clases sin los elementos, pero con las ganas intactas.
“Esto es para sacar a los chicos de la calle, darles la oportunidad de que practiquen este deporte y, quién sabe, por ahí el día de mañana son boxeadores. Me gustaría tener esa ayuda para ellos y, de paso, también entrenar yo y progresar, para que los chicos vean que en este deporte, si tenés condiciones, poder ser campeón. Pero sin ayuda va a ser difícil”.
Fátima tiene su licencia como técnica de boxeo y también se preparó como instructora de hip, un entrenamiento de alta intensidad en intervalos cortos de tiempo, por lo que también tiene alumnas más grandes en el improvisado gimnasio de su casa, ubicada detrás del Mercado Concentrador.
Para cumplir el sueño de abrir la escuela de boxeo, Fátima se puso a vender sandwiches. Levanta pedidos y cuando reparte, lleva un cartel donde aclara que todo lo recaudado es para abrir la escuela de boxeo.
“La gente ya me conoce y me compra, es todo a pulmón y todo destinado a comprar elementos para el gimnasio”, aseguró. “Vamos de a poquito pero me gustaría que la gente escuche mi historia porque yo la vengo remando desde hace mucho. Tengo 30 peleas invicta y soy campeona regional como amateur”, contó la boxeadora.
Fátima comenzó en la disciplina en 2015, a los 16 años. “Fui de a poco, con mi entrenador el ‘Rana’ Vallejos. Él me fue dando confianza y fui ganando experiencia. Al principio me daban miedo los golpes pero me fui preparando y mi primera pelea fue en Bonpland ante una chica con 20 peleas encima. Subí al ring y gané.
Eso me dio la motivación para seguir peleando. Hasta que en 2019 me consagré campeona regional en Chaco”, recordó. Hoy, toda esa experiencia ganada en el ring, la quiere pasar a alguien más. La escuela de boxeo sería el lugar para hacerlo.