Nunca olvides que tu intuición es tu Presencia Yo Soy.
Ella es tu guía, y siempre puedes escucharla.
Debes distinguir la diferencia entre lo que te dice tu intuición y lo que te dice tu mente.
Cuando tomas decisiones en base a tu intuición, sientes una paz absoluta. Cuando escuchas a tu intuición y fluyes a través de ella, el sentimiento que te invade es de una gran seguridad.
Sabes que estás tomando la decisión correcta a pesar de las posibles opiniones en contra de los demás.
Sabes que estás haciendo lo mejor para ti. En cambio, cuando tomas decisiones en base a lo que te dice la mente, surge de inmediato cierto nerviosismo en tu cuerpo físico. Aunque todo tu entorno esté de acuerdo en la decisión tomada y aparentemente no existan conflictos, tu cuerpo físico está tenso y no puedes controlar esa ansiedad. ¿Sabes por qué aparece esa inquietud? Porque sientes culpa por no oír tu voz interior.
Esa voz es la tuya, expresada desde una dimensión superior:
Y desde allí se proyecta hacia tu cuerpo y tu existencia.
Podrías preguntarte: “¿Y si soy yo misma o yo mismo, porqué proyecto en este plano una vida desgraciada?”. Es porque tú, ya sea de forma consciente o inconsciente, le estás dando esa orden a tu Presencia Yo Soy.
Si vives atada o atado al miedo y solo observas carencia, tu Presencia Yo Soy respeta tu decisión y te otorga justo lo que has observado.
De hecho, este lugar donde estamos viviendo es la ilusión, y la dimensión más elevada es la realidad.
Así, la realidad se crea en la dimensión más alta, pero quien ordena dichas creaciones desde este plano físico eres tú, la persona que ha encarnado aquí en la Tierra.
Esa es la magnitud de tu poder, pero el problema es que hasta hoy, la mayoría del tiempo has dejado que tu mente inconsciente sea quien realice tus creaciones.
Has estado muy ocupada u ocupado pensando en pasados y futuros que son proyecciones de tu mente inconsciente.
Entonces, tu Presencia Yo Soy te dice: “Está bien, registro tu pensamiento y creo tu realidad con él”.
Si tu pensamiento es recurrente, tu creación siempre se repetirá, porque lo que piensas es lo que se te manifiesta. Y así, cuando te sostienes en ese único pensamiento, lo único que puede decir tu Presencia Yo Soy es: “Está bien; repetiremos eso”. Si estás todo el día sosteniéndote en pensamientos tales como: “Siempre me lastiman y abusan de mí”, tu Presencia Yo Soy dice: “Muy bien, te daré justo eso”.
En cambio, si dejas que la Presencia Yo Soy te guíe y no interfieres esa guía con tu mente, nunca harás una mala elección.
(De Rosanna Biglia).