Entre las tantas historias de viajeros que toman la decisión de salir de su zona de confort y experimentar nuevos destinos, se encuentra la de Talia Ayala y Alexis Sánchez, una pareja oriunda de Chubut -ella con familiares misioneros- pero que hace seis años residen en Montecarlo.
Talia tiene distrofia muscular -una discapacidad motriz-, pero eso no le impidió poner en marcha el plan que junto a su esposo se fijaron para finalizar el 2023. Quien también formó parte de la aventura fue su mascota Morena, una perra caniche que los acompañó durante todo el trayecto.
Planificar el viaje, ahorrar y reunir todo lo que necesitaban les tomó alrededor de un año, y una vez que dejaron el miedo y las inseguridades de lado, salieron a la ruta el 8 de diciembre de 2023 a bordo de su motocicleta, con todas las medidas de seguridad necesarias .
Atravesaron Corrientes, Chaco, Santa fé, Córdoba, La Pampa, Río negro, Neuquén y finalmente llegaron a Corcovado, Chubut, el 23 del mismo mes .
“Siempre nos gustó la naturaleza, acampar, hacer cosas distintas… pero por mi discapacidad, lo del viaje lo dejábamos pasar, porque implicaba toda una organización diferente, desde las formas de descanso, los movimientos , todo. Hasta que planificamos y salimos “, relató Talia en la entrevista que mantuvo con PRIMERA EDICIÓN .
En principio, dijo que eligieron este destino para volver a visitar a familiares y a modo de paseo; todavía no han decidido si regresarán a Misiones. Por el momento, sí tienen claro que les gustaría visitar otros lugares con la misma modalidad de viaje, por ejemplo Chile, que limita con Argentina.
“Teníamos miedo, pero para ser la primera experiencia nos fue bien”
Talia aseguró que “no podemos quejarnos, no pinchamos ninguna vez, no tuvimos tampoco problemas con Morena, ella se portó bien, iba sujetada con pechera y es muy compañera. Fue de corajudos mandarnos en un viaje tan largo, porque nunca habíamos hecho mucho más que desde Montecarlo a Eldorado”.
Mencionó que principalmente paraban para dormir en la carpa y recuperar energía . “Sólo si teníamos un poco de tiempo recorríamos algún pueblo de otra provincia”, recordó.
Por su parte, Alexis precisó que quizás lo más desafiante de la experiencia fue tener que lidiar con el mal tiempo en algunas ocasiones: “Nos pasó que nos agarró la lluvia torrencial en plena madrugada en la zona de Rafaela, Santa Fe; lo más recomendable es fijarse bien el pronóstico y encontrar un lugar seguro para acampar” .
“Tener el objetivo y las ganas”, el primer paso
La pareja contó que en el camino se encontraron con muchas historias y conocieron gente con quienes se identificaron , por los diversos motivos que impulsaban sus viajes.
“Nosotros somos una pareja no convencional, por mi discapacidad, que requiere tener ciertos cuidados y demás, pero no dejamos que eso sea un impedimento. No es fácil levantarse todos los días con un problema, también es algo mental, intentar estar tranquilo… y creo que si tenés un compañero de vida, un amigo o algún familiar que está dispuesto a poner el cuerpo, a acompañarte en lo que emprendés, realmente eso hace que te sientas afortunado”, reflexionó Talia.
A su vez, indicó que lo principal es “tener el sueño y las ganas, porque si pensás mucho nunca va a ser el momento exacto, hay que animarse; después sí, te fijás de qué manera lo vas a hacer “, agregó.
Por último, resaltó la importancia de buscar la manera de “desconectarse fuera de la rutina, aprovechar la vida y animarse a nuevos desafíos”.
Alexis y Talia comparten las vivencias e imágenes de su viaje en @rodandojuntoslos3