Revisar y sacudir la ropa de cama, las prendas de vestir y el calzado, tener precaución al examinar cajones o estantes son algunas de las recomendaciones para evitar picaduras de alacranes durante la temporada de verano, las cuales nunca está de más recordar.
Los alacranes tienen el hábito de abrigarse en grietas de paredes y suelos, debajo de cajas, cartones, pilas de ladrillos, tejas y maderas, pudiendo permanecer meses sin moverse, informó el Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores de la Universidad Nacional de La Plata /Conicet (CEPAVE).
Estos invertebrados suelen aparecer en muchas partes del país en esta época y causar picaduras en el ámbito doméstico y circundante a las viviendas y el uso de insecticidas domésticos puede desalojarlos de sus refugios favoreciendo el riesgo de accidentes.
Por esto se recomienda revisar y sacudir la ropa de cama, las prendas de vestir y el calzado, tener precaución al examinar cajones o estantes y evitar caminar descalzos en zonas donde pueda presumirse la presencia de alacranes.
Asimismo, se aconseja tener especial precaución en refugios naturales, como debajo de cortezas de árboles, piedras o ladrillos, además de realizar una limpieza de los ambientes.
Otras medidas de prevención consisten colocar rejillas sanitarias en desagües, sanitarios y burletes o mosquitero en puertas y ventanas; y controlar entradas y salidas de cañerías, aberturas, hendiduras, cámaras subterráneas, sótanos y huecos de ascensores.
El alacrán puede causar envenenamiento a través de una picadura pudiendo ser identificada como una pequeña marca circular acompañada de hinchazón, hematoma, enrojecimiento y dolor agudo y punzante.