“Me hubiera gustado saludarlo como siempre, como todas las mañanas en que él salía a trabajar. A las 4 se levantaba y a las 4.15 salía en su motocicleta. Siempre lo saludaba porque yo a esa hora seguía estudiando para la universidad. Mi temor siempre era que le pasara algo y no poder saludarlo y esta vez no pude verlo cuando salía a trabajar… lamentablemente pasó”.
La frase, con la voz quebrada y a punto de llorar pertenece a Lautaro (24), uno de los dos hijos de Leonardo Fabián Da Silva (54), el conocido chipero de la chacra 32-33 y que murió ayer en un siniestro vial que se registró a las 4.30 sobre las avenidas Lavalle y Bustamante de la capital provincial.
El hecho causó consternación en gran parte de la vecindad de esa populosa chacra y de la zona. Es que quienes conocían a la víctima destacaron que se trataba de una persona muy apreciada, honesta y trabajadora.
Según el reporte oficial de la Policía en el hecho estuvo involucrado un automóvil Toyota Corsa con patente paraguaya y conducido por una mujer de 30 años, oriunda de Arroyo Porá, Encarnación (Paraguay), y la motocicleta en la que viajaba Da Silva, una Motomel 110.
En base a las pericias preliminares, el Toyota circulaba por Bustamante en sentido oeste-este, y al intentar trasponer Lavalle colisionó con el rodado menor.
Producto del impacto el motociclista sufrió severas lesiones, quedando tendido en la cinta asfáltica. Personal médico que llegó minutos después en una ambulancia constató el fallecimiento del hombre. Según los familiares de la víctima, cuando llegaron a la escena no funcionaba el semáforo en dicha intersección.
Una familia destrozada
“Mi padre era un hombre trabajador, nunca cobró algo del Estado y tampoco pidió prestado. Sobre todo respetaba las normas, nunca jamás tuvo problemas con la policía, con nadie y todo el barrio lo quería, era solidario con amigos y vecinos y trabajaba para nuestra familia, era el sostén económico.Su mayor deseo era verme recibido de abogado, algo que lamentablemente no va a poder ser. Él pagaba mis estudios en la Universidad de la Cuenca del Plata, donde me falta un año para terminar la carrera. Él vendía chipa para poder costear los gastos familiares y también heladitos para tener un ingreso extra, porque planificábamos ir a Brasil de vacaciones el mes que viene. Cuando nos enteramos del accidente fuimos al lugar y por dichos de testigos y lo que nos dijo en principio la policía, nos enteramos que mi padre iba por Lavalle en su motocicleta en dirección al centro cuando al llegar a la altura de Bustamante, donde él tenía prioridad de paso, apareció el automóvil que manejaba la mujer a exceso de velocidad en sentido hacia la costanera y fue allí que se produjo el choque. Mi padre no tuvo tiempo de frenar e impactó contra el costado del auto. Nos encontramos con esta mujer cara a cara y no mostró un gramo de empatía, la verdad que fue muy doloroso. Era como que para ella nada hubiera pasado. Según dicen esta persona intentó escapar pero los vecinos lograron retenerla, incluso movió el automóvil después del hecho. Nos arruinó la vida, queremos que al menos nos pida perdón. Que tenga la cara para pedir disculpas. No queremos venganza solo justicia”, afirmó Lautaro.
El joven agregó que la familia se completa con su hermana Ariana (29) y su madre Susana (54), quienes ayer se encontraban devastadas. “Actualmente yo vivo en la casa donde residía mi padre en la chacra 32 33, sobre avenida Andresito y la calle Gómez Portiño, donde mi mamá tiene una verdulería. Mi hermana vive en un departamento”, contó el joven.
“Yo elegí la carrera de abogacía porque mi padre siempre dejó ser libres a sus hijos, era un excelente padre siempre apoyó lo que yo quise. Puso todo su esfuerzo para verme abogado y lamentablemente no va a poder cumplir su deseo de ser testigo de ese momento tan especial. A esa señora que manejaba el automóvil le digo que no buscamos venganza ni castigo, pero que aprenda de lo que hizo, porque se comportó de mala manera con nosotros, con soberbia. El pedido de la familia ahora es de justicia”.
Anoche, parientes, amistades, allegados y vecinos tenían previsto velar a Leonardo Fabián Da Silva, quien era oriundo de Oberá pero hace muchos años se afincó en Posadas. Por su parte, el mayor anhelo de Lautaro ahora será recibirse para honrar la memoria de su padre.