Los carnavales de Apóstoles se volvieron tradicionales e, inclusive, en medio de un contexto económico desfavorable, la pasión puede más. Es que, desde su regreso a las calles, hace poco más de diez años, hubo personas que dieron mucho para que se disfrute de una fiesta de alto nivel en la región.
Un nombre que siempre quedará grabado en el recuerdo a lo largo de la historia de esta festividad es el de Felipe Raúl Cordovez, conocido como “Neco” o “Nequiño”. Tenía en su piel y en su sangre el ADN del carnaval. Padecía una terrible enfermedad, pero la pasión, el apoyo incondicional de su esposa e hijos, y de la familia comparsera, le regalaron años de felicidad en la historia de los carnavales de la Capital de la Yerba Mate, donde dejó un legado inolvidable que vivirá por siempre en los colores naranja y verde.
Falleció el 12 de septiembre de 2022 y cada ensayo de su querida comparsa Pompeya Samba es recordado por cada integrante de manera especial. Particularmente este año en el que se cumplen los once años de su creación.
Con mucha emoción, la familia de Cordovez tuvo la gentileza de dialogar con Ko’ape, a pesar del dolor que significa su pérdida, más aún cuando llega esta etapa de arranque de carnavales.
Los carnavales 2024 de Apóstoles arrancaron este sábado y continuarán el 2 y el 3 de febrero con la participación de las tradicionales: Pompeya Samba, Perla Sur y Bela Samba. A pesar del contexto económico, las comparsas y el municipio apuestan a esta fiesta que creció muchísimo en la ciudad durante los últimos tiempos y atrae a visitantes de toda la región. En la edición 2023, la Municipalidad y la Comisión de Carnavales entregaron a la familia de Cordovez un reconocimiento por su labor en esta festividad.
La esposa e hijos de este referente del carnaval apostoleño recordaron la pasión, el sacrificio y el esfuerzo que ponía Cordovez para lograr el crecimiento de la comparsa Pompeya Samba y, al mismo tiempo, de los carnavales apostoleños. “La energía que le ponía a su querida Pompeya ayudó muchísimo a sobrellevar su enfermedad”, recordó emocionada, Marta, su esposa.
Cordovez es un apellido que tomó fuerza en los inicios de los carnavales apostoleños. Luego de un largo tiempo de ausencias, sin fiesta, se retomó con las comparsas que dieron el puntapié y volvieron a encender las ganas en este querido personaje. “Neco y yo siempre tuvimos algo que nos identificaba, que era el amor por los carnavales. Es que al lado de mi casa había una batería que ensayaba cuando era chica, y cuando él era chico, tocaba la campanita, y siempre nos gustó”, manifestó.
Contaron que Cordovez tenía incorporada esa pasión “comparsera” que le inculcó su propia familia de raíces santotomeñas. Cuando se retomó el desfile por la calle Belgrano, pocos esperaban el crecimiento que se aprecia actualmente. “Neco” fue uno de los precursores de las comparsas luego de observar su paso tras varios años de ausencia. Si es oriundo de Apóstoles, “viene de la cuna de los carnavales de Santo Tomé, donde nacieron sus padres, sus primos están en eso desde siempre. Y Apóstoles no tenía carnavales. Esa pasada sobre la calle Belgrano incentivó a todos y especialmente a él. “Cuando fuimos a verla junto a nuestros hijos, me adelantó: ‘Yo voy hacer una comparsa’. Entre todos le decíamos: ‘No hables pavadas ¿cómo vas a lograr algo así?’. La respuesta inmediata fue: ‘Es para que nuestros chicos del barrio toquen, bailen y se diviertan’. Al otro día empezó a tomar forma la idea cuando llamó a todos los vecinos para una reunión a fin de formar parte de la comparsa”, comentaron.
Así fue casa a por casa avisando a los vecinos “que nos íbamos a juntar por el tema de las comparsas. Enseguida se reunieron para formar la comisión en sí, y poner el nombre”.
Cordovez llevaba la energía carnavalesca a flor de piel. “Un día salíamos de la noche de carnaval en Apóstoles y él consiguió los medios para poder viajar hasta Concepción de la Sierra, San José, Cerro Azul y Colonia Liebig, toda una recorrida en esa misma noche. Fue algo realmente hermoso”.
“A él le encantaba tocar, aunque nunca pudo lograr su cometido porque estar al frente de una comisión así era bastante complejo. No tenés tiempo para otra cosa. Cuando asumió ‘Fede’ (Sandoval, actual presidente) quisimos que tocara, pero, lamentablemente, no podía sostener los instrumentos, pero quedó pendiente. Lo pudo hacer en los ensayos cuando faltaba algún integrante y ahí agarraba el zurdo, y lo disfrutaba mucho”, agregó su compañera de vida.
Carisma que lo identificaba
De acuerdo a lo relatado por su familia, “tenía esa facilidad para dialogar con todos y contactarse para que la comparsa creciera. Tenía contacto con las autoridades provinciales, se movía en distintos ámbitos por sus queridos carnavales. En caso que la presentación se realizara en San José, se movía para poder conseguir el transporte. En ocasiones al barrio llegaba un colectivo gigante que, a veces, no podía maniobrar por las calles. Ver llegar un transporte era una emoción enorme para los integrantes porque acá (en su casa) se efectuaban todos los preparativos mientras que en la canchita de fútbol se ensayaba durante los primeros tiempos”.
“Mi casa era como del barrio. Las plumas estaban repartidas en cada sector de la vivienda. Los chicos de otros lugares que venían a participar en la comparsa dormían acá. Era hermoso a pesar de que no teníamos almuerzo, cena o no sabíamos a qué hora comeríamos porque estábamos todo el día yendo y viniendo, trayendo cosas, consiguiendo otras. Acá se generaban las risas, los debates, de todo un poco. Era amanecer de esa forma porque era una familia. Dejó una unión de la comparsa de como cuando se vivía todo en casa”, relataron.
Eso es lo que Cordovez siempre quiso, “que los chicos estén unidos y tengan un lugar donde estar, que sean familia. Ese legado dejó además de los chicos que reclutó y que permanecen en la comparsa”.
Rocío, una de sus hijas, sostuvo que “él me transmitió su energía, que hasta ese momento no conocía. Y me emocioné. A partir de ahí, todos los días le decía para hacer la comparsa. Eso dependía de los vecinos”. La joven insistió con que “la energía que transmitía era mucha. Trajo gente de otros lugares con experiencia para que crezcamos y seamos lo que hoy es. Le gustaba llevar a los chicos a todos los lugares donde se hacían carnavales para que ellos conocieran. Desde ese momento siempre llegan invitaciones de otras localidades. Por ejemplo, a nuestra reina de batería le enseñaron la samba en San Javier”.
Al evento, “logró traer músicos de gran nivel, pero lo que le enorgullecía era ver a los chicos disfrutar de cada paso en la calle, como también cuando se logró ganar en batería. En cada momento, hacía mucho esfuerzo y sacrificio por la comparsa”.
Cumpleaños con ritmo de carnaval
El 30 de diciembre era la fecha de su nacimiento. Como una tradición, “todos los años en su cumpleaños los chicos le venían a hacer una serenata. Mientras papá estaba sentadito comiendo su asado, desde la esquina de casa el grupo se acercaba tocando los instrumentos. Así era todos los años”, resaltó su hija.
Recordaron que Cordovez siempre quería “que los chicos estén unidos y tengan un lugar donde estar, que sean familia. Ese legado dejó además de los chicos que reclutó y que permanecen en la comparsa”.
Añadió que llevaba la energía carnavalesca a flor de piel. “Un día salíamos de la noche de carnaval en Apóstoles y él consiguió los medios para ir hasta Concepción de la Sierra, San José, Cerro Azul y Colonia Liebig, toda una recorrida en esa misma noche. Fue algo realmente hermoso”.
Marta confió que “nuestra hija participaba en Apóstoles, Colonia Liebig y Gobernador Virasoro. Bailaba en todos lados. Y era él quien le transmitía esa adrenalina. Es que también después de una noche de pasada se tiene mucha energía, uno está pendiente de lo que pasó, de lo que no pasó y con esas ganas seguíamos en distintas fiestas de la región. Obviamente que perdíamos mucho de las reuniones en familia, de vacaciones, porque esto es parte de los carnavales. Era vivir todo por la comparsa. Hasta hoy nos dejó algo hermoso como es el amor a su comparsa”.
Al principio, no tenían instrumentos, así que “mi esposo los armaba y le salían geniales. Eso incentivaba a los chicos porque veían, observaban el proceso y ayudaban a armar”.
Es difícil continuar con los carnavales sin Cordovez. “Hasta hoy nos abrazamos con su recuerdo. Es bastante complicado salir a la avenida sin su presencia. Nosotros integramos, pero de manera especial, porque es difícil estar en los ensayos y ver a los chicos. A veces lo veo entre la multitud y, otras veces, voy a ver si lo encuentro”, acotó emocionada.
Ingenio para generar ingresos
Los instrumentos significan un alto costo al igual que las plumas –cada una oscila los 30 mil pesos-, por lo que detrás de cada show se realiza una gran inversión. Si bien se tiene el apoyo municipal (sin ese aporte sería imposible), las comparsas deben hacer lo suyo y trabajar desde principios de año para salir al corsódromo. Por ese motivo “Neco” se ingeniaba para realizar diferentes ventas y así lograr la recaudación necesaria. De esta manera, “se terminaban los carnavales y ya se empezaba a planificar los siguientes. Esa era una práctica impulsada por él”.
Cordovez solía viajar hasta Concepción de Sierra y vio que allí se hacía el “chancho móvil” a fin de recaudar los fondos necesarios. “Eso fue parte del esfuerzo para la comparsa. Este chancho móvil lo hacía en un cachapé que había agregado a su auto. Llamó a los chicos y salíamos por los distintos barrios. Fuimos al Santa Bárbara donde vendimos un montón. Consistía en asar el lechón en el trayecto, recorriendo las cuadras y ofreciendo un número. El que se bajaba avivaba el fuego, y seguíamos”, contó, y agregó que lo hacían en junio o julio, durante un fin de semana determinado. Luego se hacía locro o venta de otras comidas junto a un grupo de chicos, pero “él siempre estaba presente desde las 6 y hasta las primeras horas de la madrugada”.
Rocío rememoró que bailó durante dos años y que el segundo fue en su memoria. Después siempre se colaboraba porque “Pompeya es sinónimo de Neco, cada vez que escucho los tambores lo escucho a papá”.
Añadió que “para elegir un tema alegórico se convocaba a la comisión. El descanso era durante la Semana Santa y a partir de ese momento ya se retomaba para analizar y debatir los temas para la siguiente edición. Papá proponía qué tema podíamos hacer, ahí se elegía y se comenzaba con el diseño. El primer año se hizo lo que se podía, entonces cada uno fue recaudando para la vestimenta y se utilizó mucho con gorrito de Argentina. Como no teníamos fondos, se salió con lo que nos ayudaron los vecinos”.
En el recuerdo de los comparseros
Durante la recorrida por los actuales ensayos, Ko’ape pudo obtener algunos testimonios de los integrantes de la comparsa que se iniciaron con Cordovez y aunque algunos eran aún pequeños y tienen un vago recuerdo, se mostraron muy agradecidos.
Maxi manifestó que “confeccionábamos los instrumentos, hacíamos las ventas y pasábamos muchas horas juntos. Neco fue mi compadre y una muy buena persona. Me consiguió trabajo. Fue todo”.
Jonathan acotó que “él me decía cazador, y era un padre para nosotros. Cuando llegué a la comparsa no sabía nada y él me enseñó todo. Era colocar lentejuela por lentejuela. Era una excelente persona”.
Belén sostuvo que “estamos muy agradecidos tanto a Neco como a su familia”, mientras que Santiago Navarro recordó que se incorporó a las actividades “hace un montón, gracias a Neco. Fabricó un instrumento y me dijo, tomá esto es para vos. Fue una emoción grande para mí, la sigo sintiendo y cada día lo extraño más. Cada vez que escucho la palabra carnaval lo recuerdo… Era mi padre comparsero”.
Carnavales misioneros
En Apóstoles, comenzaron el sábado y se extenderán durante el viernes 2 y sábado 3 de febrero.
San Javier: viernes 9 y sábado 10 de febrero (Show de batucadas).
San Ignacio: viernes 9 y sábado 10 de febrero. El lunes 12 se realizará la edición N° 26 de la instancia provincial.
Corpus: viernes 2, sábado 3, viernes 9 y sábado 10 de febrero.
Posadas: viernes 9 (Miguel Lanús), sábado 10 (Parque de las Fiestas), domingo 11 (Itaembé Guazú), lunes 12 (barrio Yohasá) y martes 13 (Itaembé Miní).
Concepción de la Sierra: sábado 10 de febrero (Festival de Carnavales).