Una motosierra que viene recortando desde hace varios años, pero que este verano se está sintiendo como pocas veces antes. Los jubilados nuevamente sufren ser la primera variable de ajuste por la política, algo que ya es común que ocurra en cada crisis económica.
El defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, describió una situación “desesperante” entre los adultos mayores: “Los jubilados se están muriendo de hambre y esto es literal”, definió en una entrevista con PRIMERA EDICIÓN.
Posteriormente, señaló que hay una “crisis humanitaria” en esa franja etaria, provocado no solo por la imposibilidad de acceder alimentos, sino que también porque muchos de ellos ya no pueden costear los medicamentos, según advirtió Semino.
“No tiene dónde vivir, no puede comer, no puede comprar medicamentos. La crisis humanitaria ya se cobró varias vidas”.
Semino describió la situación actual de los jubilados como si fuera la de una catástrofe natural y pidió reaccionar en ese sentido.
“Lo primero que hacés es un comité de crisis para evaluar y sacar en primera instancia a la gente que está bajo los escombros, que se está muriendo. Esta es la imagen de los jubilados. Entonces, hay que emplear los recursos para, ya inmediatamente, sacar a la mayoría de adultos mayores que están abajo de esos escombros, porque no pueden sobrevivir”, agregó.
De acuerdo al entrevistado, “los jubilados perdieron alrededor de 50-60 puntos solo el año pasado en relación con la inflación”. En caso de mantener la fórmula actual, marcó que “los adultos de la tercera edad van a terminar perdiendo otros 40 puntos más en los primeros meses del 2024”.
En este contexto, Semino planteó que es necesaria una “recomposición salarial urgente” que sea retroactiva al pasado mes de noviembre y que se financie con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, el Tesoro nacional y, en menor medida, recursos provinciales y municipales.
Canasta básica y salarios
Semino dio cuenta de que “hay 5 millones de jubilados que están percibiendo un haber de 105 mil pesos” y aseguró que “el promedio de ese sector que entró con treinta años de aportes al sistema están cobrando entre 170 y 180 mil pesos”.
Recordó que aquellos que cobran la mínima vienen recibiendo desde hace meses un bono de 55 mil pesos, es decir que prácticamente no hay diferencias entre este sector y los que hicieron los aportes.
De acuerdo a Semino, con la disparada de precios en alimentos y medicamentos, hoy la canasta básica de los jubilados supera los 500 mil pesos, pero “un jubilado no puede cubrir un tercio de ella”, lamentó.
Además, puntualizó que hay un sector “del que nadie habla” y que es el de las pensiones no contributivas. “Las pensiones no contributivas para personas con discapacidad, que son el 70% de las mínimas, están en 84 mil pesos”, visibilizó.
“Estamos hablando de 8 millones de argentinos que no están bajo la línea de pobreza, sino que están bajo la línea de indigencia”, remató el defensor de la Tercera Edad.
Para Semino, “lo que tienen que tratar los diputados es de recomponer el haber hacia el futuro evitando que siga cayendo como lo viene haciendo”.
“Los jubilados vienen muriendo en el presente y en el pasado cercano, por falta de atención médica, por falta de alimentación, por falta de consumir los medicamentos necesarios”, reiteró.
Por último, apuntó que sigue existiendo problemas con las importaciones en prótesis que necesitan los adultos mayores. “Hay miles de intervenciones quirúrgicas suspendidas sin día. No aparecieron prótesis especiales para cadera y rodilla. Hay pacientes que están esperando hace 6, 8, 10 meses”, concluyó Semino.