Hace pocos días se cumplió un año de la muerte de Jorge Andrés Gall (19), luego que recibiera un disparo de escopeta en el pecho. La causa tuvo tres detenidos, de los cuales solo queda uno directamente tras las rejas. El expediente está en su etapa final de recolección de pruebas y el señalado como autor más cerca de ir a juicio.
Fuentes consultadas por este Diario señalaron que lo que hace un tiempo atrás aún no estaba claro, terminó por resolverse al menos en esta instancia de instrucción, y es quién fue la persona que efectuó el disparo que posteriormente terminó con la vida de Gall.
El único que se encuentra detenido es precisamente el sospechoso del disparo, mientras que los otros dos recuperaron la libertad pero siguen vinculados a la causa.
Para completar la etapa de instrucción restaban anexarse a la causa una testimonial solicitada por la fiscalía y la ampliación de la declaración de otros testigos. Completado esto, el juez Roberto Sena iba dar por completada la pesquisa y solicitaría opinión a la fiscalía para que opine formalmente por la clausura del expediente para que sea elevado a un tribunal.
Jorge Gall estuvo casi un mes internado a causa de las lesiones provocadas por los perdigones en su pecho. Las heridas las había sufrido en la madrugada del 25 de diciembre de 2022.
Uno de los principales testigos, si no el principal, es el padre de la víctima, quien relató que alrededor de las 1 su hijo preparaba comida cuando a la casa ubicada en el barrio Nuevo de Jardín América llegó un amigo de su hijo alterado. Pedía ayuda.
Según el relato, varias personas querían ingresar a su casa y por ello fue a pedirle ayuda a Jorge Gall. En ese momento él dejó lo que tenía entre manos, salió para ayudar a su amigo y a los pocos instantes regresó tomándose el pecho con las manos ensangrentadas.
Fue llevado inmediatamente al hospital de Jardín América y luego derivado al Madariaga donde permaneció internado hasta el 18 de enero de 2023, cuando falleció a causa de las lesiones que por la deflagración de los perdigones le afectó el pecho y parte del abdomen. La escopeta que fue secuestrada era de calibre 28.
En abril de 2023 los dos hombres de 32 y 31 años quedaron con prisión preventiva por el crimen. A medida que avanzó la investigación uno recuperó la libertad, mientras que el tercero, libre a las pocas semanas del hecho, sigue vinculado como testigo.
“Homicidio simple” es la calificación que enfrenta el principal sospechoso.