Parte de un barrio de esta localidad, el ex Hipódromo, quedó prácticamente aislado como consecuencia de una obra que -paradójicamente- pretendía facilitar el acceso hacia el Hospital de Fátima.
La obra de mejoramiento de las calles del acceso sur comenzó en mayo pasado pero en noviembre, poco antes de las elecciones generales, de un día para otro paró y no quedó ningún rastro del equipo de trabajo de Vialidad Nacional, a cargo de la misma. Los vecinos no solo se encontraron con la obra paralizada sino que no pueden transitar las calles a medio hacer por los montículos de tierra y piedras que dejó Vialidad e impiden la circulación.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Flavia Hurt, una de las vecinas, se refirió al impacto que esta obra inconclusa tiene entre las familias que residen en la zona, “los trabajos de Vialidad Nacional comenzaron en mayo y era para reparar las calles del acceso sur, que son unas cuatro calles hacia arriba para que el barrio en general pueda tener acceso más directo y mejor transitado hasta el hospital de Fátima. Pero entre octubre y noviembre, cerca de las elecciones, la obra se paró y dejaron todo como estaba, los montículos de tierra, incluso las piedras que se iban a utilizar están tiradas… no se puede transitar, ni entrar, ni salir. Esto generó que deje de entrar el colectivo, la línea 50, que era la única línea que teníamos y que solo pasaba cada hora y ahora dejó de entrar. La gente tiene que ir hasta la ruta o hasta el barrio de Fátima para tomar el colectivo… quedamos aislados”, describió.
“Pedimos que pasen la máquina municipal”
Según contó, a través del delegado barrial se hicieron innumerables reclamos a la Municipalidad, para que al menos pasen una máquina y quiten las piedras para poder hacer transitables esas calles, “pero no nos hacen caso.
Paradójicamente, quisieron hacer un acceso directo y en mejores condiciones al hospital de Fátima pero nos dificultaron el acceso, porque ahora tenemos que dar toda una vuelta para poder llegar al hospital si tenemos una urgencia. Ya ni pretendemos que Vialidad Nacional termine la obra pero al menos que la Municipalidad cruce una máquina para que el camino quede en condiciones y pueda cruzar el colectivo y podamos transitar con nuestros autos para entrar y salir de nuestras casas y llegar a nuestros trabajos”.
Las calles que fueron interrumpidas por las obras son Santa Cruz, Jujuy, Tucumán, El Ceibo, Paraná y tres cuadras de la Avenida Guacurarí.
Además, requieren mejoras para que se retome el servicio de colectivo las calles San Luis, Córdoba y otro tramo de la Avenida Guacurarí.
“Antes de esta obra, en auto podía hacer cuatro o cinco cuadras directo hasta el asfalto y de ahí ir directo al hospital de Fátima y me quedaba a muy pocas cuadras; ahora si tengo una urgencia tengo que dar toda una vuelta para llegar a la colectora y poder volver a ingresar al barrio”, aseveró Flavia.
En este contexto, Hurt manifestó además que la Municipalidad de Garupá “tampoco hace mantenimiento de la colectora, el pastizal está tan alto que no se puede ver si viene un auto… en cualquier momento habrá un accidente en ese sector que es absolutamente evitable y previsible”.





